En medio de una política de «cero tolerancia» del gobierno de Donald Trump, que ha derivado en la separación de numerosas familias, miles de niños quedaron desamparados y el Estado ha decidido utilizar lo que antes era un supermercado para alojarlos.
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Más de 1.400 menores de entre 10 y 17 años se encuentran en lo que es el centro para niños inmigrantes Casa Padre en Brownsville, el más grande de Estados Unidos.
This is their 'humane' shelter in Brownsville, Casa Padre, a former Wal-mart with blacked-out windows #southwestKey pic.twitter.com/XpdXQkTyqW
— Defend Our Hoodz – Austin (@defendourhoodz) June 13, 2018
La ex sucursal de Walmart no posee ni puertas, ni techo. Al mirar hacia arriba, se ven andamios sosteniendo las planchas de zinc en lo alto del hipermercado, explica CNN.
Casa Padre fue inaugurado el año pasado, cuenta con salas de recreación que imparten distintos talleres y salas de clases a las que los niños deben asistir por turnos de seis horas por la mañana o por la tarde cinco días a la semana.
https://twitter.com/GilJr_1988/status/1007707438601179137
Después de distintas peticiones, el gobierno accedió a una visita guiada para la prensa. Sin embargo, con condiciones previas: no ingresar cámaras, teléfonos o dispositivos de grabación. Ni realizar entrevistas a niños o empleados, narra el medio.
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Política alarmante
Las cifras de niños en las instalaciones existentes han aumentado después de que el gobierno de Trump instituyó una política de intentar enjuiciar a todas las personas que cruzan la frontera sur sin un permiso legal.
Centenares de familias han sido separadas, con los padres detenidos y sus hijos colocados en albergues del gobierno.
https://twitter.com/scottlamb/status/1007087085948465153
El presidente dijo que no firmará la propuesta migratoria “moderada” que trabajan los republicanos en la Cámara de Representantes.
La Casa Blanca citó la Biblia en defensa de su “tolerancia cero” de los cruces sin autorización. “Puedo decir que es muy bíblico aplicar la ley. Eso está repetido varias veces en la Biblia”, dijo el jueves la secretaria de prensa Sarah Huckabee Sanders. “Es una política moral obedecer y aplicar la ley”.
