Una máquina para ejecutar «suicidios racionales». Ese fue el invento del médico australiano Philip Nitschke, a través de la organización Exit International, quien prometió que el aparato funciona de manera rápida y no provocará dolor en quienes lo utilicen.
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El facultativo, conocido como el «Elon Musk del suicidio asistido» en alusión al famoso inventor sudafricano, bautizó a su creación como Sarco y es una cámara para dormir que se asemeja a un vehículo futurista.
Para mayor facilidad de quienes deseen utilizar el invento, «fue diseñado para poder ser impreso en 3D y ensamblado en cualquier lugar». Y para poder disfrutarla, hay que llenar un cuestionario online y pasarlo, tras lo cual podrán bajar los planos de inmediato ya que «serán gratuitos y de código abierto y estarán subidos en Internet», según consigna Fox News.
¿Como es el funcionamiento? Muy simple. Uno ingresa a la cámara y se apreta una tecla, tras lo cual la máquina comienza a «llenarse de nitrógeno líquido y se reduce el nivel de oxígeno a aproximadamente un 5%». Y si alguien se arrepiente, hay un «botón de pánico» que frena el proceso.