Un llamado de atención realizó la Empresa de Aseo de Bogotá (EAB) a los comercios y empresas que arrojan sus deshechos de grasas y aceites a los vertimientos de las redes de alcantarillado, pues se ha encontrado unas bolas de grasa gigantes que en inversión de la entidad, significan 4400 millones de pesos al año.
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«Todos los días llegan grandes cantidades de esos productos al sistema de alcantarillado, generadas en su mayoría por actividades asociadas a la preparación de alimentos. Las grasas se solidifican al enfriarse en los tubos del alcantarillado bloqueando el flujo normal del agua residual y generando desbordamientos», aseguró la entidad en un comunicado.
Y es que el problema no es solo de carácter económico. «Los daños ambientales que genera la disposición inadecuada de grasas al alcantarillado bogotano son una de las causantes de la contaminación de los cuerpos de agua y ríos de la ciudad, especialmente el río Bogotá».
Según María Carolina Castillo Aguilar,la gerente del Acueducto, “cerca de 9300 mantenimientos fueron realizados por los equipos de la Empresa durante los últimos 12 meses, con el fin de retirar “bolas de grasa” que taponan el alcantarillado ocasionando inundaciones”.
Estas bolas de desechos orgánicos son conocidas como Fatberg y son uno de los principales problemas porque el retiro de los ductos del alcantarillado representa un reto para «garantizar la operatividad de los sistemas de desagüe».
«Con el fin de controlar los vertimientos de grasas y demás contaminantes, los usuarios industriales deben presentar a la EAB la caracterización de sus vertimientos, con un plazo máximo hasta el mes de diciembre de 2017».
Por esa razón la Empresa de Acueducto invita a los usuarios comerciales, industriales, oficiales y especiales a presentar los resultados de la caracterización de vertimientos y a comprometerse con el buen uso del alcantarillado.
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