Con quince metros de altura, cerca de 20 toneladas de mármol empleadas, un niño en brazos de 4 metros de altura y 600 millones de pesos invertidos, la escultura de la Virgen del Carmen regresó a la Bahía de Cartagena el pasado 6 de junio para continuar con una tradición de más de 30 años que había sido interrumpida tras el desplome de la imagen en agosto de 2015.
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La emblemática figura, cuyas piezas en mármol blanco italiano cayeron al fondo del agua en una fuerte lluvia fueron recuperadas del fondo marino en una operación coordinada con la Armada Nacional.
El análisis de las piezas de la escultura descartó que un rayo la hubiera destruido como se afirmó por largo tiempo. El arquitecto restaurador Mateo Santander explicó que se emplearon técnicas que garantizaran las condiciones originales de la figura. La parte inferior, donde se ubican los pies y el vestido, tuvo que ser rearmada en su totalidad pues estaban destruidas. “La imagen está seccionada en tres grandes partes, como piezas independientes que no tuvieron que ser pegadas pues se sostienen por la gravedad”.
La obra de restauración fue posible por las gestiones de monseñor Jorge Enrique Jiménez y el apoyo decidido de la Armada Nacional y de la Fundación Puerto de Cartagena.
Por su parte el almirante Evelio Ramírez, comandante de la Fuerza Naval del Caribe, recordó que el almirante Leonardo Santamaría como director de la Armada Nacional, dio el impulso para que la institución estuviera al servicio de toda la logística que requirió la obra.
Historia del monumento
Con motivo de la fiesta de la Virgen del Carmen, el 16 de julio de 1946, ocurrió en Cartagena una bella procesión. En el sermón de clausura estuvo a cargo del padre Rafael García Herreros, desde los balcones de la actual alcaldía Municipal, cerca de la Plaza de la Inquisición, lanzó la idea de erigir en plena bahía una colosal imagen de Nuestra Señora, la Virgen del Mar.
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Se creó una Junta pro-monumento empezó a reunirse cada semana en la sacristía del convento de Santo Domingo, donde entonces funcionaba el Seminario Conciliar.
Por medio de Manuel Mainero, cónsul italiano en Cartagena, y representante de la compañía naviera “Italian Line” se gestionó la elaboración de una imagen de mármol, con la firma U. Luisi Heredi, escultores de Pietra Santa, población de Italia cerca de Pizza.
La inauguración se realizó el 16 de julio de 1958. Ese día una multitud, encabezada por el arzobispo José Ignacio López, cantó alabanzas a la Virgen en una impresionante procesión que salió desde la Catedral y llegó hasta las murallas por la avenida del Arsenal.