Del lanzamiento del partido de las Farc quedaron más dudas e inconformidades que claridades. Con un discurso triunfalista Rodrigo Londoño, alias Timochenko, presentó al país un partido político que, aunque cambió de nombre, conservó las siglas que durante 53 años representaron violencia y dolor para el país.
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A partir de ahora las Farc serán las Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.
Eran las siete de la noche del pasado viernes y desde una tarima ubicada al otro costado del Capitolio Nacional, sede del Congreso, el máximo líder de la guerrilla desmovilizada se preparaba para dar un largo discurso. La Plaza de Bolívar no estaba llena en su totalidad, pero en ella hacían presencia cientos de estudiantes universitarios, miembros de las Farc que participaron en el congreso constitutivo y uno que otro extranjero que no quería perderse el espectáculo.
‘Timochenko’ lucía alegre, pero su voz delataba el mal estado de salud que horas antes lo llevó a recibir atención médica.
“El jueves de la semana pasada, después de 40 años, estuve en la Plaza de Bolívar de mi pueblo natal, La Tebaida, Quindío, junto a la estatua del Libertador Simón Bolívar, pidiéndole fortaleza para afrontar el camino que nos espera”, fue la frase con la que empezó su presentación.
Esa noche en el centro de Bogotá, donde convergen los cuatro poderes principales de Colombia, el ambiente era diferente. Para los capitalinos, era muy extraño e incómodo ver a quienes por décadas le hicieron tanto daño al país vestidos de civil, sin armas, y custodiados por la Policía; y para ellos, los exguerrilleros, era visible el júbilo por presenciar ese acto en el que se resumían 53 años de rebelión.
¿De dónde sacaron el dinero para el evento que contó con la presencia de artistas nacionales e internacionales? No se sabe, las Farc nunca respondieron a ese cuestionamiento, hecho que despertó aún más la indignación entre políticos y ciudadanos del común, quienes aseguran que se trató de un acto desmedido.
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Mientras el discurso de ‘Timochenko’ continuaba, en las redes la descalificación por lo que sucedía en la Plaza de Bolívar aumentaba aún más cada vez que en televisión se mostraba el nuevo logo de las Farc reflejado en las paredes del Capitolio o de la Catedral Primada.
“Fueron más de 50 los años de resistencia armada, llegados a su fin con la firma de los Acuerdos de La Habana. Dejamos las armas para hacer política por vías pacíficas y legales, queremos construir con todos y todas ustedes un país diferente”, manifestó ‘Timochenko’, quien mostró un partido socialista que promete defender los derechos del pueblo y en el que habrá lugar para indígenas, estudiantes, mujeres, miembros de la comunidad LGBTI, pobres, trabajadores y todos los que se sientes excluidos por el Estado. “Un país en el que en primer término la violencia desaparezca definitivamente del escenario de la política… en el que la respuesta a la protesta y la inconformidad social no sea el trato brutal del ESMAD”, agregó con tono de político en campaña mientras que todos los jóvenes presentes en la plaza gritaban y aplaudían.
Organización del partido
Aunque todavía no está definido quiénes serán los que se postularán para ser miembros del Congreso en 2018 y candidatos a la Presidencia de Colombia, se sabe que la dirección del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común estará compuesta por 111 integrantes, entre ellos varias mujeres.
«Habrá una buena cuota de mujeres, etnias y todas las expresiones del nuevo movimiento. Nuestro partido es democrático, queremos ser ejemplo de la democracia que Colombia necesita», dijo ‘Pablo Catatumbo’.
‘Iván Márquez’, en cambio, reconoció que al «aceptar cambiar las balas por los votos» los exguerrilleros entienden que la contienda política será dura y por eso buscarán una «gran coalición democrática» para poder llegar con fuerza a las elecciones de 2018.
‘Timochenko’ seguirá siendo su máximo líder y quienes conformaban el Estado Mayor de las Farc como guerrilla serán los que continúen a la cabeza del grupo, ahora como partido, que tendrá una dirección colectiva o colegiada.