Se trata de una práctica muy común entre los jóvenes en esta época del año.
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El peligro es evidente al saltar pero también cuando hay que escalar la roca para volver a tierra firme. Los lugares desde donde arrojarse al agua son numerosos y la altura puede alcanzar hasta los 20 metros.
En un salto como estos que vemos un joven salió ileso de la zambullida pero el mar estaba muy revuelto.
Video: Reuters.