Mientras se escucha sobre las bondades de la dejación de las armas por parte de la que fuera la guerrilla de las Farc, se evidencian los desacuerdos entre el Gobierno Nacional y el grupo guerrillero del Eln, que con el desarme y el repliegue de los hombres y mujeres de los recién desarmados, se ha reacomodado en el territorio nacional y esto ha implicado el crecimiento de la ofensiva por parte de sus miembros contra la población civil.
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Mientras en Quito se lleva a cabo el segundo ciclo de conversaciones entre los representantes del Gobierno y los del Eln, se conocen historias de ataques y de secuestros, como el de los dos periodistas holandeses que fueron retenidos mientras realizaban una labor investigativa en el territorio colombiano, y para muchos, no es más que el refuerzo de la necesidad del cese al fuego, y que es la forma de presionar para que el Gobierno ceda a las pretensiones.
El jefe negociador del Gobierno, Juan Camilo Restrepo, ha indicado, en varias ocasiones que la forma en la que se cederá a finalizar el fuego en contra de los combatientes, no puede estar forzada por actos delictivos como ataques al oleoducto Cañolimón -Coveñas, blanco favorito de la guerrilla, o por medio del hostigamiento de la población civil, como es el caso del Chocó, que a principio de año, tuvo que lidiar con el yugo violento del Eln.
Ahora, el grupo guerrillero, pone sobre la mesa cuáles son sus condiciones para que cesen sus ataques en contra de la población civil y en contra de la fuerza pública, que también ha sido blanco de sus ataques, en lo que va corrido del 2017.
“El cese bilateral consiste en la no realización de acciones ofensivas entre las dos Partes, lo que se acompañaría con hacer alivios humanitarios, que rebajen intensidad al conflicto y beneficien a la población; para lo cual exigimos que el régimen cese”, asegura la guerrilla en un comunicado.
El Eln pide, en definitiva que cese “la agresión contra el movimiento popular y las tendencias políticas que están por los cambios en Colombia, y tomar medidas concretas frente a las autoridades y los mandos de la fuerza pública, que están aliados con el paramilitarismo”.
También solicitan que pare la judicialización de los líderes sociales que ejercen la protesta social; y que se alivie el hacinamiento “infrahumano” en las cárceles del país.
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Otro de los puntos es evitar las acciones que bloqueen “alimentos, medicamentos y bienes necesarios para el trabajo y supervivencia de las comunidades”.
Cese bilateral antes de la visita del Papa
El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Luis Augusto Castro, pidió Eln, facilitar la puesta en marcha de un cese al fuego “de verdad, verdad” durante la visita que el papa Francisco hará al país en septiembre.
Y es que por las creencias religiosas del grupo guerrillero, mucho se ha hablado de que tienen intereses de llegar al cese al fuego para antes de septiembre y la comunidad religiosa trabaja a toda marcha para que así sea.
Y es que por su parte, Juan camilo Restrepo asegura que estudian las posibilidades de poner fin a los ataques contra el Eln “Cese al fuego más cese de hostilidades. Esta es la ecuación virtuosa que estamos procurando negociar en Quito”, aseguró en su cuenta de Twitter.
Por ahora, en medio de las conversaciones en Ecuador, se espera que los ataques contra la población civil y la fuerza pública cesen, antes de septiembre, para que a ojos del sumo pontífice, no solo se pueda entregar el balance positivo de negociaciones con las Farc. También que se vea con buenos ojos la negociación con el grupo que le pone los pelos de punta al país.