En la localidad de Engativá, hay bandas que se dedican a robar con la ayuda de sustancias químicas como la escopolamina, no solo lo hacen en bares y discotecas, sino también en casas.
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Este fue el caso de María Luida Rubiano quien cuentó a Noticias Caracol que “yo estaba barriendo y un carro se parqueó cerca de mi casa. En él había un señor de la tercera edad y una muchacha muy elegante”.
Posteriormente, la mujer se acercó, y la señora y el adulto mayor se bajaron del carro. Luego, le dieron la saludaron y “me dijeron que habían comprado una casa igual a la mía y querían mirar las mejoras que yo le había hecho. Yo siento que me echaron algo porque saqué las llaves, les abrí la puerta y entraron. Mi nieta estaba adentro”.
Después de haber dejado ingresar a las dos personas, otras tres ingresaron a la casa de la mujer. Allí, empezaron a decirle que les mostrara los arreglos de la casa y subieron al segundo piso y se metieron a la cocina.
“Yo me quedé en el comedor charlando con la muchacha y el adulto mayor subió con los otros dos muchachos. Mi niña estaba ahí y le dije que los acompañara.
“Después yo me pregunté, ¿cómo fue que los dejé entrar y antes no nos violaron?”, asegura Rubiano.
La mujer interpuso una denuncia y no se acercaron a Medicina Legal porque el trámite del proceso fue muy largo. Además, el valor de los objetos que le habían robado no era mucho.