“Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica”.
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Quizás reconozca la anterior frase, es el artículo 13 de la Constitución Política de Colombia. Para muchos constituyentes, uno de los grandes logros, pues igualaba a los colombianos ante la ley y permitía que sin importar si somos afrodescendientes, judíos, mujeres u hombres, gozaríamos de todo en igual medida.
Sin embargo, muchas han sido las iniciativas que han nacido con el fin de definir cuáles son esos puntos en los que somos iguales y en los que diferimos.
¿Recuerda las cartillas del Ministerio de Educación? Esas cartillas que hicieron que un sector de la población inventara el término ‘ideología de género’ para boicotear, por ejemplo, la firma de los acuerdos de paz de las Farc y que, recientemente, la senadora liberal Viviane Morales está usando para defender su iniciativa de realizar un referendo sobre la adopción de niños por familias que no estén conformadas por madre y padre.
Será en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes donde mañana se debatirá este proyecto presentado por la senadora. De ser aprobado en el debate, pasaría a plenaria en la Cámara y, de ser votada a favor, pasaría a sanción presidencial.
A este punto, el Gobierno ha sido claro: no está de acuerdo con el referendo y pide que se descarte. El vocero de Human Rights Watch pidió que se descartara la iniciativa porque “constituiría un grave retroceso para los derechos de personas Lgbti en Colombia y supondría una discriminación arbitraria contra los solteros por su estado civil”.
Y es que para muchos, la presunción de llevar a las urnas el referendo no solo afectaría las aspiraciones de los homosexuales para adoptar a niños huérfanos, sino a solteros que, según Claudia López, senadora de la Alianza Verde que rechaza la iniciativa de Morales, “son el 60% de los adoptantes de los niños a los que el papá y la mamá abandonaron”.
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Los costos de la iniciativa de Morales no serían solo sociales. Según el Ministerio de Hacienda, organizar el referendo tendría un costo de 280.000 millones de pesos, que según la cartera ministerial “no están incluidos en el Proyecto de Ley de Presupuesto General de la Nación para este año, ni en las estimaciones del Marco de Gasto de Mediano Plazo del sector”.
Debate
La defensa más grande de la iniciativa, que ha causado revuelo en la política colombiana, es que es una iniciativa democrática y que es pertinente saber cuál es el modelo de familia que los colombianos tienen en su cabeza.