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La “Ballena Azul” muestra cuánto nos falta educarnos en tecnología

Estos son los mitos que se han dispersado en redes sociales sobre el peligroso juego. Acá los desmontamos.

 

En esta era de “Challenges”, el más peligroso para las autoridades y el que ha causado más pánico es el “Blue Whale Challenge”, o el “Juego de la Ballena Azul”, con el que han relacionado varios casos de suicidio infantil.

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Los casos que han salido a la luz (aunque no comprobados), además de audios de WhatsApp que describen los 50 retos y el modus operandi del juego en el que se amenaza al joven que participa con que van a matar a su familia si se retira, hacen que la viralización de “La Ballena Azul” cause terror en redes sociales y en portales de Internet. La historia de terror cuenta que el juego causó la muerte de 150 adolescentes en Europa, ahora otros más en Latinoamérica. Se establece que a través de grupos de WhatsApp y de Facebook mandan retos como ver películas de terror 24 horas, envenenar a cercanos o colgarse de los pies en un techo. Y así, en cadena, se expande la curiosidad a través de todos los canales posibles.

“La mediatización del tema ha contribuido a que se conozca el juego mucho más y que aquellos que tienen más sentido de exploración asuman el reto en la red. Pero no se puede generalizar. No todos los jóvenes aceptarán jugar el reto. Los más vulnerables son los que están solos, con necesidad de aprobación y sentido de pertenencia. Dentro de esta población no todo es blanco y negro, hay muchísimos grises, que también hacen parte de un contexto particular. Sobre todo si el joven está en un contexto más urbano, donde tiene más acceso a la información”, explica Víctor Solano, analista en medios.

Ahora bien ¿qué tan cierta es la historia detrás del juego? Y por supuesto, ¿qué llevaría a un joven a suicidarse solo por un reto así?

Suicidarse implica más que un juego

Si hubo 130 adolescentes muertos en Rusia, por lo menos no fueron por la “Ballena Azul”. Según el sitio de rumorología “Snopes”, todo nació de la tergiversación de una historia del año pasado del periódico ruso “Novaya Gazeta”. El artículo reportó una docena de suicidios infantiles en Rusia durante seis meses, cuyas víctimas fueron parte de un juego online en VK.com. Luego, una investigación de Radio Free Europa mostró que esos suicidios nunca tuvieron relación con las comunidades online mencionadas. Por otro lado, las fotos que se tomó la joven Rina Palenkova antes de suicidarse, ayudaron a crear el mito. A ella la relacionaron con el grupo “Sea of Whales”, que compartió las imágenes. Desde ahí, la comunidad  fue vista como una “secta que incitaba al suicidio”. Sin embargo, su creador negó las acusaciones. Los datos gubernamentales en Rusia mostraron que en 2013, 461 jóvenes se quitaron la vida y que  62% de los suicidios en adolescentes se asociaron a conflictos con la familia, maestros y amigos. Ahora, si se habla a nivel planetario, la cifra también es desalentadora: según la OMS, cerca de 800 mil personas se suicidan cada año y es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años. Si bien para la organización el suicidio es un tema de salud pública, en muchos países la atención a la salud mental es deficiente. Y no ayuda que los jóvenes sean prácticamente ignorados por sus padres.

“Un niño toma la decisión de suicidarse no es por acceder a los retos, es por las carencias que hay en su casa. Porque no se siente escuchado, porque tiene vacíos emocionales que lo afectan desde su entorno y se encuentra con un detonante, una atmósfera propicia para que este incidente ocurra. Un niño en un ambiente sano difícilmente accede a esto. No todo el mundo va a caer en el juego. La mayoría no caen y los pocos casos son los que dan notoriedad. No es noticia que 10 millones de niños hayan conocido el juego y hayan decidido no jugarlo ”, explica Víctor Solano.

https://twitter.com/Enrique_Liguere/status/859934019093450753

Esto no significa que se niegue la existencia de grupos online que sí incitan actos suicidas y que incluso se dedican a robar datos y a manipular adolescentes. También existe lo que se conoce como el “Efecto Werther”, término que engloba los suicidios por imitación, sobre todo al darse a conocer suicidios de famosos.

“Esta generación tiene más acceso a la información y los padres y educadores no tienen la capacidad suficiente para vincularse con sus hijos o estudiantes a través de la tecnología. Eso crea una brecha. Ellos tienen jerarquía en todo, menos ahí. Muchos padres y educadores huyen y se alejan de la tecnología, pero no ven que hay niños que desde ahí generan emprendimiento, contenido y pueden ser buenos líderes de opinión para orientarlos”, puntualiza Solano.

Por esto, más allá del pánico viralizado en la web, vale la pena preguntarse por las políticas públicas que tienen los gobiernos para incentivar el uso de la tecnología de una manera responsable y sana. Y por supuesto, que los padres y educadores vayan más allá de mirar con horror las redes sociales y la tecnología y comenzarla a ver como parte vital de la vida de sus hijos.

P&R

Mauricio Jaramillo,

Director de Impacto TIC y Hangouts de Periodismo /Iberoamérica

Existe la impresión general de que quienes siguen el juego de la “Ballena Azul” son jóvenes sin ningún criterio que se suicidan así como así.

– Estos grupos de juegos sí existen. Los han hecho populares. Y tienen una preselección de jóvenes, que son identificados y atraídos al juego con base en sus publicaciones de soledad y depresión. No es que todos los jóvenes del mundo estén en un gran peligro, como han expuesto los medios.

Los padres y educadores han abordado esto desde el pánico absoluto.

– Es complejo, pero lo único positivo es que los padres y educadores deben estar en una conversación que medios e instituciones ya han comenzado sobre el uso de la tecnología. Pero por otro lado, tengo la mala sensación de que los casos relacionados con el juego se multiplicarán.

¿Por qué?

– Todo comenzó en Rusia, con un informe que tergiversó las cosas. 11 meses después, muchos medios dieron por cierto lo de los 130 suicidios. Luego llegó a Brasil y tenemos los antecedentes: los estudios sobre suicidios muestran que cuando los medios dan un despliegue importante a casos de suicidio, estos se multiplican por imitación. Por otro lado, las autoridades ya han dado cifras: los grupos identificados aumentaron su número de miembros. Por otro lado, la misma gente, inocentemente, volvió el juego popular y atractivo. Esto era una noticia falsa, pero los usuarios de las redes sociales lo volvimos realidad. Ahora, al volverse esto masivo, muchos entraron por curiosidad.

Esto recuerda mucho a lo que pasó con la famosa “Legión Holk” y su relación con el perpetrador de la masacre escolar de Monterrey en enero.

– No es algo similar a los grupos de suicidio, pero sí coinciden en el aprovechar la necesidad de los jóvenes de identificarse, de armar grupos, de pertenecer. Ahora, veo también la falta de empatía. Los muchachos ven Internet como algo que no es real. Por eso amenazan, insultan, no saben que hacen daño ni el mal que hacen al exponer a otro. Ahí falta mucha educación. El 90 % no es mala persona, pero al ignorar todo esto caen en delitos como acoso y agresión.

Bill Gates dijo que les prohibió a sus hijos el smartphone hasta los 14 años. Pero la tecnología ya hace parte de nosotros.

– Eso es lo que debemos trabajar entre todos. Deben haber políticas públicas sólidas al respecto. El smartphone no es el problema y no hay que alejar a los niños de él. El niño que matonea o que es víctima tiene acceso al computador desde cualquier lugar. Tampoco es pensar que los niños saben por sí mismos de tecnología ni dejar que se defiendan solos, sino guiarlos desde su primera infancia. También educar a los padres, que prohíben la  tecnología porque no la entienden y frenan un salto digital que es necesario en nuestra sociedad.

 

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DESTACADO P&R

 

 

“No podemos dejar que los niños se sigan defendiendo solos con la tecnología”

 

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