Seis familias divididas por la frontera entre Estados Unidos y México se lograron reunir por tres minutos en el Frienship Circle Park, que rodea Tijuana y San Diego.
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Los guardias fronterizos abrieron la llamada “puerta de la esperanza” que separa a ambos sitios en la quinta edición de un evento que se realiza anualmente, que organiza Border Angels, y que permite a algunas familias seleccionadas abrazarse y hablar bajo su vigilancia.
Algunos miembros de las familias no se habían visto por mucho tiempo, algunos por más de ocho años.
Muchos de ellos rompieron en llanto cuando llegaron sus familiares.
El fundador de Border Angels, Enrique Morones, enfatizó en la importancia del evento para las reformas migratorias.