Tras el revuelo mediático sobre la “reunión” que aseguraron tener el expresidente Andrés Pastrana y el senador Álvaro Uribe con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, muchos interrogantes rondaron por las cabezas de los voceros del Gobierno y de la opinión pública: ¿qué alcances podría tener dicha reunión?, ¿influirá la carta que envió el expresidente Uribe en las ayudas de Estados Unidos al posconflicto en Colombia?
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En un trino en su cuenta de Twitter, Andrés Pastrana habló sobre lo que habría sido el encuentro con Trump y agradeció por la charla en la cual se trataron, según él, distintas problemáticas y perspectivas de la región y del país, por supuesto. La polémica vino después, cuando un medio internacional reveló que lo que se había especulado como una reunión formal y diplomática, fue solo un saludo casual en un evento social en Florida entre Pastrana y el presidente estadounidense, pero pese a esto quedaron claras las intenciones de la oposición uribista de hablar en el extranjero sobre los desacuerdos con el presidente Santos, si no por la “reunión”, que al parecer no existió, por la carta que radicó Uribe al Congreso estadounidense.
“El punto clave no es si por una reunión entre Uribe y Trump se vayan a caer las ayudas para el posconflicto, o si por una carta Estados Unidos deje de ayudar a Colombia. El punto es que en las pasadas elecciones parlamentarias en Estados Unidos ganaron los republicanos en las dos cámaras y antes de que subiera Donal Trump, sabíamos que las ayudas no serían tan efusivas como en tiempos de Obama y una política demócrata”, asegura Cristian Rojas, profesor de Ciencias Políticas y analista internacional.
“Con esto se demuestra que la oposición uribista está armando un bloque de frente común con miras a 2018. Es decir, que gane quien gane, van a dejar sus pretensiones de ser la oposición a los acuerdos de paz y el posconflicto”, afirma por su parte Carlos Giraldo, internacionalista de la Universidad de La Sabana.
La realidad es que, según los analistas, pese a las reuniones o comunicaciones, los recursos del posconflicto se verán reducidos, pero no por las pretensiones del uribismo, “esto será así porque a los republicanos, ahora apoyados por Trump, no les interesa cambiar el destino de los recursos que se usaban para el Plan Colombia en el programa de Paz Colombia de Santos”, afirma Rojas.
En uno de los puntos de la carta enviada por Uribe al Congreso estadounidense, el expresidente habla sobre el incremento en los cultivos ilícitos, y aunque no necesariamente la misiva tendrá que ver, para Rojas, este tema sí es clave en lo que el Gobierno estadounidense decidirá sobre Colombia. Para Estados Unidos “hay tolerancia cero con el narcotráfico y el hecho de que haya un aumento en las hectáreas de coca da un indicio claro: Colombia no está cumpliendo con su parte sobre la aniquilación de las drogas y la no financiación del posconflicto se podría ver como un castigo”.
En el terreno internacional, otro tema que los expresidentes habrían tocado con Trump, los analistas aseguran que Venezuela no es equiparable con nuestro país y que en términos regionales “seguiremos siendo aliados estratégicos de Estados Unidos, solo que no se apoyarán las mismas políticas de inversión en lo que viene en la implementación de los acuerdos de paz de La Habana”, asegura Giraldo.