«Durante el mes de marzo se ha revertido la tendencia inicial de enero y febrero que significó la muerte de varios líderes defensores de derechos humanos y líderes sociales en el país, esa cifra cayó en el mes de marzo», afirmó Óscar Naranjo, quien se reunió con líderes sociales, campesinos e indígenas en la localidad de Corinto.
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Naranjo, a quien el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, le encomendó entre sus misiones garantizar la seguridad de los exguerrilleros que se reincorporen a la vida civil y de los defensores de derechos humanos y líderes sociales, aseguró a periodistas que «es necesario seguir identificando el origen de las amenazas» para llevar ante la justicia a los victimarios.
El alcalde de Corinto, Edwin García, advirtió por su parte que en lo que va del año se han registrado 15 homicidios en esa población de unos 31.000 habitantes, cifra que consideró demasiado «alta».
Aseguró que entre las víctimas están defensores de derechos humanos, integrantes de organizaciones campesinas, entre otros.
«Es preocupante hoy que no está en el territorio las Farc, están concentradas en un municipio vecino, pues sigan ocurriendo este tipo de hechos», sostuvo el funcionario, al aludir a la ubicación de los integrantes de esa guerrilla que se acogieron al proceso de paz con el Gobierno y que permanecen en las zonas veredales transitorias de normalización (ZVTN) antes de su desmovilización definitiva.
El burgomaestre pidió que no se repita la historia de la desmovilizada guerrilla del M-19, cuyo cofundador y entonces candidato presidencial Carlos Pizarro fue asesinado en abril de 1990, semanas después de que liderara la entrega de armas de parte de ese grupo.
«Lo que queremos es que después de desmovilizarse las Farc empiecen a generarse procesos organizativos, políticos y que ellos empiecen a intervenir en la vida social y política del país y que no se repitan estos hechos», agregó.
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García advirtió que en esa zona del Cauca hay presencia de las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN), comprometida en negociaciones de paz con el Gobierno, y del Ejército Popular de Liberación (EPL), considerada una banda narcotraficante por el Gobierno colombiano.
«Ahora ha aparecido un panfleto de un grupo que se denominan ‘Patria grande ejercito del pueblo’. Esperamos que las autoridades, fuerzas de Policía, Ejército, puedan intervenir», demandó.