Colombia

La conmemoración a las víctimas en donde lucieron todos, menos las víctimas

Hoy se conmemora el Día de las Víctimas en el país. Como cada año, el Congreso se reúne en pleno para escucharlas

Tal y como el año pasado, el Congreso en pleno organizó un evento en el cual conmemora el 9 de abril como el Día Nacional de las Víctimas. Cámara de Representantes y Senado de la República idearon una plenaria en la cual se le da la palabra a difernetes representantes de las víctimas del conflicto en Colombia y en donde los parlamentarios comentan sobre los proyectos, o iniciativas o sus pensamientos sobre las víctimas.

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En 2016, el evento fue citado hacia las 9 de la mañana. muy ‘emperifollados’ asistieron menos de la mitad de los senadores y representantes. Al interior de la corporación, el entonces presidente del Senado, Luis Fernando Velasco, se preocupó porque todo saliera perfecto y su equipo trabajo se empeñó en que todo fuera ordenado y con el mayor respeto por los asistentes, sin embargo, los congresistas no pusieron su granito de arena para que todo saliera como lo planeado.

Además de que no se pudo hacer una plenaria plena, valga la redundancia, porque más de la mitad no asistieron a uno de los eventos más importantes en tiempos donde se habla de paz, los que se quedaron, con contadas excepciones, se dedicaron a comer, a reírse con otros de los senadores y representantes y proliferaron el desorden en donde las víctimas se volvieron a sentir como tal, pero ahora por lo que parecía desprecio o desinterés total en sus historias de drama y de supervivencia.

Hoy se desarrolló el mismo evento en el mismo salón con el mismo objetivo, escuchar a las víctimas, pensar en cómo solucionar algo de sus vidas o pensar en cómo no repetir los hechos, pero la realidad es que las víctimas que bien se escuchan en la señal de televisión, no se oyen en el recinto porque e ‘cuchicheo’ incesante de los senadores y representantes no les da opción de sentirse escuchadas.

Hoy también faltaron muchos y también, muchos se han dedicado a comer, hablar y reír a espaldas de quienes cuentan cómo el conflicto armado los desplazó, como el paramilitarismo los dejó sin familia, como el Estado convirtió a sus hijos en falsos positivos.

Muchos, que han asistido en calidad de senadores y de víctimas por el asesinato de sus padres, parecieran haber aprovechado el momento para hacer política, como fue el caso de Álvaro Uribe Vélez, que tras la intervención de la hija del caudillo liberal, Jorge Eliecer Gaitán, quiso intervenir y al cual, junto a otros tres congresistas (Roy Barreras, Juan Manuel Galán y Clara Rojas), le impidieron hacer una réplica, porque desde un inicio se había aclarado que los parlamentarios hablarían al final del día, tal y como sucedió.

«Esta es una sesión totalmente simbólica en la cual escuchamos a las víctimas. Es una sola vez, una vez al año. Muchos se ofuscaron porque no los escucharon, pero la verdad es que este no era el espacio para que senadores o representantes a la Cámara hablaran. Era el espacio de las víctimas», asegura Angélica Lozano, representante a la Cámara, quien asistió a la sesión.

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El también representante, Inti Asprilla, hizo eco en alto ausentismo de la sesión que es obligatoria y además, es paga.

«De 101 senadores solo hay 11 y de los representantes solo hay 24. Acá les importan muy poco las víctimas, miren el ausentismo», afirmó en u cuenta de Twitter.

Usuarios en redes sociales han mostrado su descontento en cuanto a lo que ha pasado en la sesión en donde varios salieron ofuscados y en donde queda la duda de si vale la pena montar el espectáculo para que muchos presuman que les interesan las víctimas.

 

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