Una historia que conmueve y aterra a la vez. La pareja inglesa conformada por Charlotte y Atila Szakacs congelaron a su bebé recién nacida que murió horas después y «vivió con ella» durante 16 días como una familia normal.
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Los padres de la menor sabían con antelación que Evelyn como llamaron a la pequeña, no iba a sobrevivir por su estado de salud, pues nació con un cerebro sin desarrollo, los pulmones completamente destruidos y las venas tapadas, así que solicitaron un permiso al hospital para que pudieran llevarla a casa y compartir con su cuerpo.
Fue así como el hospital accedió a adaptar una especie de cuna refrigerante para que el pequeño cuerpo no se descompusiera en las dos semanas que iba a permanecer en el hogar de sus padres:
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“Sé que quizás no sea la mejor opción para todos, pero para nosotros fue tan importante poder tener ese tiempo de familia y abrazar a nuestra pequeña niña. Creo que haber pasado el tiempo con ella hizo una diferencia. Poder hacer todas las cosas que imaginas, como sacarla de paseo, nos ayudó emocionalmente”, Afirmó la madre.
Luego de 16 días, los padres se despidieron de su pequeña Evelyn y le oficiaron el funeral con el que la menor ahora descansa en paz.
¿Qué le parece la actitud de los padres? ¿psicótica o totalmente comprensible?