Esos proyectos afectan al municipio de Bahía Solano, considerado un paraíso del Pacífico colombiano, que visitó este sábado el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luis Gilberto Murillo.
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El ministro, además de hacer el anuncio, firmó la iniciativa «Recuperación y manejo ambiental para la construcción de paz en Bahía Solano».
Murillo, que propuso mayor articulación entre administraciones para implementar proyectos de desarrollo social y económico, participó también en esa localidad en una jornada de limpieza en la playa, en el marco de la campaña «Limpiemos Colombia».
«La comunidad en Bahía Solano, en (la cercana) Nuquí y en toda la costa pacífica colombiana ve que realmente puede avanzar en su estrategia de desarrollo económico», dijo el ministro.
Entre las iniciativas que el Gobierno colombiano espera materializar con sus proyectos está la construcción de una planta de tratamiento y aprovechamiento de residuos sólidos para el municipio.
También se contempla la realización de senderos ecológicos seguros para fortalecer el turismo, el motor de la economía de esta población de 16.000 habitantes, considerada como uno de los mejores destinos para el turismo ecológico y fuertemente azotada por el conflicto armado colombiano.
«Esto es un paraíso y un santuario ambiental (…) la comunidad sabe que se puede vivir realmente de la conservación y que hoy se puede concretar porque estamos en un ambiente de paz», destacó Murillo.
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Con el ministro, invitado principal de la entrega de una dotación a la biblioteca pública Isabel Abadía, coincidió la alcaldesa, Harley Liliana Ortiz, que tiene como una de sus banderas de gobierno convertir a Bahía Solano en el municipio más limpio del país.
«Vendemos un turismo de naturaleza, y es importante el compromiso de tener más senderos para ofrecer más alternativas a nuestros biovisitantes», explicó a Efe.
Agregó que este tipo de iniciativas son vitales para territorios como el que rige, al ser una «población receptora de víctimas del conflicto» armado colombiano.
Ortiz lamentó que Bahía Solano, donde visitantes nacionales y extranjeros pueden disfrutar del avistamiento de ballenas, aves, tortugas o ranas venenosas, no cuente con un relleno sanitario, sino con un «botadero (vertedero) de basura» a cielo abierto.
La alcaldesa, que destacó la alianza de su municipio con la Corporación Universitaria Minuto de Dios, entregó hoy libros, material didáctico, instrumentos musicales y computadores para beneficiar a la población infantil y juvenil.
Uno de los beneficiarios es el quinceañero José Andrés Urrego Isarama, de la Escuela de Música Efraín Medina, quien lideró la interpretación de «El Requesón», un «abozao» (baile típico chocoano) con el que fueron amenizados el acto de entrega de la dotación y la limpieza de las playas.
«Gracias a que nos ha regalado instrumentos como estos empecé hace tres años en la música», contó Urrego, miembro de la comunidad indígena embera, que valoró que ahora podrán formar un grupo de salsa para participar en el Festival Petronio Álvarez.
La cultura y la educación, además de los proyectos ambientales, son otros focos a trabajar en tiempos de posconflicto, pues el «gran desafío», según la alcaldesa Ortiz, será «la reconstrucción del tejido social».
