En una medida poco sorpresiva, la escritora Carolina Sanín anunció este viernes su renuncia a la cátedra con la que contaba en la Universidad de los Andes, en un mensaje publicado en la revista Arcadia en el que explica por qué decidió abandonar su cátedra.
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Sanín, en la carta enviada al rector de la Universidad de los Andes Pablo Navas, recordó el proceso que llevó a su matoneo y acoso virtual por el grupo «Cátedras y Chompos Ásperos», en el que se publicaron varias veces posts y memes contra la docente.
Así mismo, la escritora insistió en su oposición a ciertas políticas de la Universidad como la expansión desmesurada de su planta física y la dependencia del programa Ser Pilo Paga. Estas oposiciones fueron expresadas tanto en posts de su cuenta de Facebook como en una reunión de docentes de la Facultad de Humanidades.
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Según Sanín, Navas y otros docentes «hicieron afirmaciones sobre mí que lesionaban mi buen nombre y me presentaban como un miembro indeseable de la comunidad uniandina y, por tanto, me deslegitimaban ante mis estudiantes». El siguiente paso fue el despido, al que Sanín respondió entutelando a la Universidad para proteger su derecho al trabajo.
«Las afirmaciones que hizo la universidad en su contestación a dicha acción de tutela, en las que porfía en que soy un mal ejemplo para los estudiantes y poco menos que un peligro para la comunidad, sumadas al maltrato que la misma universidad me propinó al despedirme sin el debido proceso, y a las declaraciones difamatorias que hizo sobre mí a los medios y con las que propició la destrucción de mi persona pública, me demuestran de manera insoslayable que continuar en mi cargo implicaría trabajar en un ambiente de insoportable hostilidad», dice la carta de Sanín.
Carolina Sanín renunció a su cargo de planta en la Universidad de los Andes debido a que, según la carta, «continuar en Los Andes significaría someterme a trabajar sin seguridad, sin libertad y con mi dignidad vulnerada».