Entre los retos de Colombia para el 2017 están la lucha contra el crimen organizado, el Eln y la disidencia de las Farc, que no reconoce el nuevo acuerdo de paz.
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Desde el fuerte militar de Tolemaida, Villegas advirtió que tras la firma del acuerdo de paz entre las Farc y el Gobierno colombiano el pasado 24 de noviembre, las fuerzas del orden deben encarar nuevos retos, centrados principalmente en garantizar la seguridad de los colombianos frente el crimen organizado en campos como la minería ilegal, el narcotráfico o la ciberseguridad.
Asimismo el ministro apostó por combatir a la guerrilla del Eln de la que dijo «no entiende que la hora de la lucha armada se acabó» y a la que avisó que las fuerzas armadas colombianas «tienen el poder suficiente» para «convencerla» de que su lugar está en la política.
El funcionario agregó que el Eln debe tener en cuenta que «la ventana» abierta ahora en forma de negociaciones de paz no ofrecerá esta oportunidad «eternamente».
El Eln y el Gobierno debían haber abierto formalmente diálogos de paz el pasado octubre en Quito, pero el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, decidió que sus representantes no participaran en las conversaciones en tanto no se libere al excongresista Odin Sánchez, en poder de esta guerrilla desde abril pasado.
Asimismo, el ministro de Defensa se refirió a la disidencia de las Farc y afirmó que esta guerrilla «sabe cómo combaten» los soldados colombianos, por eso este será otro de los retos de Colombia para el 2017.
«Al ser disidencia fuera del proceso de paz tendrán todo el poder del Estado persiguiéndolos», aseveró Villegas.
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El Estado Mayor de las Farc separó a principios de diciembre a cinco de sus mandos porque se apartaron de los lineamientos político-militares trazados por esa organización que firmó un acuerdo de paz con el Gobierno que contempla la dejación de armas y desmovilización de los rebeldes a lo largo de 2017.
En cuanto a la implementación de la justicia transicional, el ministro celebró que ya esté en el Congreso «toda la legislación constitucional y de ley» para que los militares y policías «detenidos, condenados o en investigación» puedan disfrutar de una libertad «condicionada y provisional» y estar con sus familias en febrero o marzo.
«El año pasado les decía que haríamos todo el esfuerzo para que esa legislación estuviera en el Congreso. Ya está presentada y se votará la ley de renuncia a la persecución penal el próximo miércoles y en enero empezará la discusión del acto legislativo que creará la justicia transicional, incluida esa justicia para nuestros hombres que están «sub judice» hoy en la justicia ordinaria», agregó.