Arquímedes Mejía el comandante de bomberos de La Unión aseguró en medio del homenaje a las víctimas que dejó el accidente del avión que transportaba al equipo de fútbol Chapecoense, que esta es la primer tragedia en sus 16 años de trabajo donde en medio del rescate no pudo contener el llanto.
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Además dijo que uno de sus hijos quien se fue a apoyarlo de voluntario lo llamó y le dijo “apá, pida refuerzos porque hay demasiados muertos y gritos de gente pidiendo auxilio”.
Mejía quien fue uno de los primeros en llegar al lugar en donde quedaron esparcidos los pedazos de avión y se encontraban las víctimas, dijo que que si hubieran tenido más recursos, a lo mejor habrían podido salvar más vidas.
“Con el equipo de trabajo que teníamos y mis muchachos, la dimos toda. Pero qué nos íbamos a imaginar eso allá. Los heridos nos llamaban y nosotros éramos corra pa abajo, corra pa un lado, pero no dábamos abasto. Muertos por todos lados, gritos de gente pidiendo auxilio, fracturas las que usted quiera, eso fue muy duro”, dijo a la revista Semana.
También dijo que nunca le había tocado una tragedia de semejante magnitud. “Siempre estamos listos para lo que sea, pero uno no se levanta pensando en que va a tener tan cerquita la muerte”.