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Para muchos colombianos que se despertaron en la mañana de este viernes con las atronadoras noticias de que el presidente Juan Manuel Santos había ganado el Premio Nobel de Paz, la decisión del comité noruego del Nobel debe ser sumamente confusa. ¿Cómo puede ganar uno de los premios más importantes de la paz alguien que perdió en un plebiscito la posibilidad de firmar la paz?
El premio, según el testamento del empresario sueco e inventor de la dinamita Alfred Nobel, es entregado «a la persona que haya hecho el mayor o el mejor trabajo para la fraternidad entre naciones, la abolición o reducción de ejércitos en combate y por el sostenimiento y promoción de conferencias de paz».
Siendo así, los esfuerzos de Santos en La Habana para llevar a cabo las negociaciones que terminaron con el acuerdo firmado el pasado 26 de septiembre en Cartagena entre el gobierno nacional y las Farc fueron premiadas por el comité noruego del Nobel, como lo reconoció el propio comité en su comunicado de prensa, en el que reconoció la victoria del «no» en el plebiscito que buscaba refrendar estos acuerdos.
«El hecho de que la mayoría de los votantes dijera ‘no’ al acuerdo de paz no indica necesariamente que el proceso de paz está muerto. El plebiscito no fue un voto a favor o en contra de la paz: lo que rechazó el ‘no’ no fue el deseo de paz, sino un acuerdo de paz específico», dice el comité, que destaca también los esfuerzos tanto de Santos como de Rodrigo Londoño, jefe máximo de las Farc, para mantener el cese al fuego a pesar del triunfo del «no».
El comité reconoció que este premio entregado al primer mandatario es un impulso «a todos los que están luchando para alcanzar la paz, justicia y reconciliación en Colombia», luego de un conflicto de 260 mil muertos y más de 7 millones de víctimas.
«El propio Presidente ha sido claro en que continuará trabajando por la paz hasta su último día de gobierno. El comité espera que el premio de Paz le dé la fuerza para tener éxito en esta labor», dice el anuncio oficial del premio, que será entregado el 10 de diciembre en Oslo.
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