Las autoridades descubrieron el cargamento en el puerto de Buenaventura cuando iba a ser embarcado con rumbo a Bélgica.
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La falta de un documento que es requisito para la exportación y las sospechas que generó el cargamento entre los policías, obligaron a realizar una inspección más detallada.
El primero en revisar la carga fue el perro especializado en detección de alcaloides que varias veces se sentó, indicando que había algo ilegal.
Luego, los policías destaparon las 114 canecas con fruta congelada y con ayuda de brocas, rompieron los bloques de hielo.
En 12 de las 114, los uniformados encontraron 495 paquetes rectangulares envueltos en cinta café y contramarcados con el logo de una compañía automotriz inglesa.
Los paquetes fueron sometidos a pruebas y el resultado arrojó que estaban compuestos de clorhidrato de cocaína, exactamente de media tonelada embalada y clasificada mediante algunos seriales, que son analizados.
Según las autoridades, este cargamento podría superar los 30 millones de dólares en Europa.
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En menos de un mes, la Dirección Antinarcóticos de la Policía ha descubierto tres cargamentos de cocaína que iban hacia Amberes (Bélgica). Los dos anteriores fueron encontrados en el Puerto de Cartagena.
