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Guía para posar de bienhablados

Inspirado en aquellas causas defendidas con heroísmo y valor por don Rufino José, Cleóbulo, Súper O, don Fernando Ávila y don Arturo Abella, a continuación esta microcartilla contra algunas incorrecciones idiomáticas, tan comunes como abominables…

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I. Periodista: no digas “al interior de”. Di “dentro de” o “en el interior de”.

II. Comunicador: no digas “a nivel nacional”. Di “a escala nacional” o “en el ámbito nacional”. El ‘nivel’ es aplicable solo al ilustrar altura o jerarquía en expresiones tipo “a nivel del mar” o “a nivel directivo”.

III. Ciudadano: no digas “de acuerdo a”. Di “de acuerdo con”.

IV. Estafador de televentas y tegua naturista: no digas “venas várices”. Di ‘várices’. Las varices en sí mismas son vasos sanguíneos.

V. Redactor de El Tiempo: si escribes “marzo 8 DEL 2016”, sé consecuente y escribe también “julio 14 DEL 1976”.

VI. Académico malhablado: no digas ‘ecsenario’. Di ‘escenario’. O, si insistes, di también ‘picsina’.

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VII. Melómanas y groupies: no digan “soy FANS tuya”. Digan “soy FAN tuya” (en singular). O mejor… digan “soy admiradora tuya”… y dejémonos de anglicismos acomplejados.

VIII. Enlagunados y desmayados: no digan “volví en SÍ”. Digan “volví en MÍ”.

IX. Reporteros deportivos, docentes de educación física, arquitectos, ingenieros y residentes de unidades multifamiliares: no digan “llegaste de onceavo”, “vivo en el piso treceavo” o “bienvenidos al quinceavo encuentro”. Digan “llegaste de once”, “vivo en el piso trece” o “bienvenidos al decimoquinto encuentro”. Los ‘avos’ solo funcionan en fracciones, al estilo “devoré la treceava parte del pastel”.

X. Señor juez de involuciones ajenas: no digas “entre más grande más bobo”. Di “mientras más grande más bobo” o “cuanto más grande más bobo”.

XI. Contorsionistas, acróbatas y practicantes del Kama Sutra: no digan “delante mío” ni “encima mío”. Digan “delante de mí” o “encima de mí”.

XII. Hispanohablantes: el verbo ‘haber’, cuando indica presencia, nunca se pluraliza… lo que de plano descarta cualquier “hubieron bastantes”, “habían hartísimos” o “han habido varios”.

XIII. Enjuiciadores del prójimo: no todo “de que” es erróneo. Si alguien dice “yo me di cuenta de que” o “estoy seguro de que”, contengan sus muecas de censura. Los equivocados, y mucho, son ustedes.

XIV. Conciudadanos: absténganse del verbo ‘colocar’ por ‘poner’. Uno no se “coloca furioso”, ni “coloca una queja”. Tampoco “coloca música” o se “manda a colocar una inyección”.

XV. Hermanos míos: erradiquen la ‘n’ anexada a vocablos tipo ‘salirseN’, ‘comerseN’ o ‘irseN’.

XVI. Amigo (tú sabes quién eres): no digas “me toca QUE ir”. Di “me toca ir”.

XVII. Colombianos: seamos concordantes. Si hablamos en plural, digamos “nadie les entrega tanto a ellos”. Si en singular: “nadie le entrega tanto a él”.

XVIII. Compañeros: no digan “se LOS dije a ellas”. Digan “se lo dije a ellas”. En este caso, aunque suene extraño, el sujeto es singular, a la manera de “yo dije ESO a ellas”.

XIX: Semejantes míos: no digan “el suicida se lanzó desde el Salto, CAYENDO contra las piedras”. El gerundio solo opera en relaciones de simultaneidad como “los amenacé, apuntándoles con mi revólver”.

XX. Quinceañeros: supriman el “te quiero demasiado” y el “me caes demasiado bien”, a no ser que pretendan ofender. El concepto de ‘demasía’ implica sobrecarga y hastío.

XXI. Compatriotas: Seamos ‘accesibles’ o ‘asequibles’. Pero en ningún caso ‘accequibles’. Continuaremos…

*Las opiniones expresadas por el columnista no representan necesariamente las de PUBLIMETRO Colombia S.A.

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