Los familiares de una docena de pasajeros chinos del vuelo MH370 presentaron hoy una demanda judicial contra Malaysia Airlines, un día antes del segundo aniversario de la desaparición del avión, en la que reclaman mayores compensaciones económicas a la compañía.
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La demanda, presentada en un tribunal de Pekín, acusa a la aerolínea por «homicidio imprudente» y busca una compensación económica de entre 10 y 70 millones de yuanes (entre 1,4 y 9,8 millones de euros) de forma colectiva para estos doce casos, según indicó a Efe el abogado que presentó la demanda, Zhang Qihai.
El letrado indicó que mañana habrá más presentaciones de demandas de otros familiares y aseguró que el juez a cargo del tribunal ha aceptado ya la querella. «Normalmente, este tipo de casos tarda unos seis meses hasta su conclusión», añadió.
«Hemos interpuesto la demanda esta mañana. Somos doce personas», indicó por su parte a Efe uno de los querellantes, que se identificó únicamente por su apellido (Wen), en conversación telefónica.
Wen aseguró desconocer la cantidad económica que se habría solicitado en la demanda, y recalcó que «hasta ahora no hemos recibido ninguna compensación por parte de la aerolínea».
«Aparte de la compensación, pedimos a la empresa que explique sus errores, la causa del accidente y asuma su responsabilidad», añadió Wen, quien agregó que es posible que más familiares se sumen a la demanda.
La legislación internacional contempla indemnizaciones de hasta 175.000 dólares (159.941 euros), lo que no impide que los demandantes pueden reclamar una suma superior en los tribunales.
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La posibilidad de presentar demandas está limitada a un plazo de dos años tras el accidente, pero Wen insistió que ellos consideran que ese plazo finaliza el 29 de enero de 2017, ya que la autoridad de aviación civil de Malasia declaró oficialmente el accidente y la presunción de la muerte de todos los ocupantes el 29 de enero de 2015.
Las compañías aseguradoras han estado entregando compensaciones a cuenta durante el último año y medio, pero algunos familiares chinos aseguran que aún no han recibido nada, mientras que otros (de diferentes nacionalidades) las han rechazado hasta conocer una explicación final de la desaparición.
Esa querella sigue a otras presentadas la pasada semana en Kuala Lumpur, Malasia, por familiares de otros doce pasajeros que viajaban en el avión desaparecido.
Los familiares de los pasajeros chinos tienen previsto reunirse mañana en el santuario budista más importante de Pekín, el Templo del Lama, para orar por sus familiares.
El año pasado, intentaron hacer lo mismo y en el mismo lugar con motivo del primer aniversario de la desaparición y fueron inicialmente bloqueados por agentes de policías de uniforme y de paisano, aunque después sí pudieron hacerlo tras comprobar los agentes que entre ellos no figuraban periodistas extranjeros.
El Boeing 777-200er del vuelo MH370 desapareció el 8 de marzo de 2014 cuando cubría la ruta Kuala Lumpur-Pekín con 239 personas a bordo, de las que 153 eran de nacionalidad china.
La señal de radar del aparato desapareció de las pantallas de los controladores unos 40 minutos después del despegue.
A bordo de la aeronave viajaban también 50 malasios, 7 indonesios, 6 australianos, 5 indios, 4 franceses, 3 estadounidenses, 2 canadienses, 2 iraníes, 2 neozelandeses, 2 ucranianos, 1 holandés, 1 ruso y 1 taiwanés, entre los pasajeros y la tripulación.
Los datos de radar que maneja la investigación multinacional apuntan a que el aparato se desvió de su ruta, poco después de despegar, para emprender rumbo en dirección suroeste hacia el Océano Índico, donde se habría estrellado al quedarse sin combustible.
Equipos de búsqueda de varios países, encabezados por Australia y entre los que figuran medios chinos, están rastreando actualmente una zona de unos 120.000 kilómetros cuadrados en el sur del Índico en la que creen que puedan estar los restos de la aeronave.
Un fragmento de un alerón de ese avión apareció el año pasado en la isla francesa de Reunión, situada al este de Madagascar, y hace unos días se halló otra pieza junto a la costa de Mozambique, que también podría proceder de esa aeronave, extremo que los técnicos están evaluando.