Una docena de municipios en Norte de Santander, Valle del Cauca, Huila y Antioquia se sumaron este lunes al listado de más de 100 municipios del país que han tenido que recurrir a los racionamientos de agua para hacerle frente al fenómeno de El Niño que azota inclementemente al país.
PUBLICIDAD
Las zonas más afectadas se encuentran en el occidente del territorio nacional, sí, pero esto no ha dejado exentas a las demás regiones del país, especialmente en las que se encuentran las cuencas de los ríos más importantes del país, como el Magdalena, el Cauca o el Orinoco, entre otros, los cuales han mostrado sus niveles más bajos de los últimos años.
Algunas de las principales ciudades del país, como Cali, Medellín, Cúcuta, Bucaramanga, Neiva, Santa Marta o Barranquilla también han tenido racionamientos de agua en determinados sectores.
Aunque en Bogotá no se ha llegado a tal punto, las autoridades siguen invitando a la ciudadanía para que no se derroche el líquido vital y así evitar situaciones extremas.
Las alertas por esta circunstancia permanecen encendidas en todo el país y el Gobierno ha tomado otras medidas para evitar las escasez, como la congelación de concesiones de uso de agua con fines industriales o para cultivos en distintos municipios con el fin de garantizar el agua potable para sus habitantes.
Esto, sumado a la normatividad que castiga el derroche del líquido (se han sancionado más 1.200.000 colombianos por esto), han permitido contrarrestar la sequía en todo el país, aunque la situación sigue siendo crítica.
Alerta roja
Desde la semana pasada, el Gobierno Nacional decretó una alerta roja por los efectos de El Niño y las altas temperaturas en varias zonas del país.
PUBLICIDAD
El fenómeno climático causó en Colombia la sequía de ríos, donde superaron los niveles mínimos históricos hasta el punto de secar algunos afluentes por falta de agua. Caldas, Antioquia, Huila, Cauca, Cesar, Sucre, Boyacá, Bolívar y Cundinamarca enfrentan diferentes problemáticas a consecuencia de la sequía de afluentes.
La costa Caribe ha presentado bajas históricas en las precipitaciones por más de un año, situación que incrementa la generación termoeléctrica a base de combustibles fósiles, lo que a su vez presiona las tarifas eléctricas y ha generado problemas de suministro de energía.
Se presentan, además, altos niveles de erosión y, por ende, la generación de incendios de grandes extensiones de vegetación.
El aumento en la temperatura causado por el fenómeno tiene también impactos negativos en varios sectores económicos como agricultura, ganadería, pesca, minería e industria.
Ante la situación, que viene pasando de ‘castaño a oscuro’, el presidente Juan Manuel Santos indicó que el Gobierno Nacional trabaja para combatir los estragos del clima y que por ahora se descartan racionamientos de energía.
Según el Ideam, se prevé que el fenómeno comience a disminuir en marzo próximo y deje de sentirse en abril. No obstante, el pronóstico también indica que, tras El Niño, podría llegar al país el fenómeno de La Niña, situación que también preocupa a las autoridades.
