Mientras va caminando, si viaja en bicicleta o si tiene guayabo. No hay nada mejor para la sed que un jugo de naranja recién hecho, un salpicón o el famoso ‘mandarinazo’.
En muchas ocasiones no hay tiempo de detenerse, así que la mejor opción son aquellos puestos en las calles, que nada tienen que envidiarle a los restaurantes o cafeterías.
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Y es que además de los jugos, los vendedores ofrecen a sus clientes fruta picada y cereal. En dado caso que además de la sed, el comensal no haya desayunado bien.
Usted puede disfrutar de estas bedidas a precios cómodos. Desde mil hasta dos mil pesos, y si quiere, le pueden dar la ‘ñapa’. Tómese unos minutos al día para disfrutar de todas estas delicias naturales que nos ofrece este país tropical.
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