Este miércoles 2 de diciembre se cumplen 22 años desde que el capo Pablo Escobar, jefe del Cartel de Medellín, fue dado de baja en esa ciudad luego de meses de persecución de las autoridades colombianas.
La muerte, más allá de marcar un hito en la seguridad del país, se convirtió en todo un suceso en la capital de Antioquia, donde Escobar se había alzado como leyenda y tenía miles de adeptos.
El día que lo enterraron (3 de diciembre) una multitud lo acompañó entre lágrimas a la tumba y la ciudad se paralizó en torno a lo que acontecía.
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Hoy, 22 años después, esa misma tumba sigue siendo un ‘lugar de peregrinación’ para quienes siguen, admiran e incluso repudian al capo más sanguinario de la historia del país.
Incluso, el Tour de Pablo Escobar, un recorrido por varias zonas de Medellín en el que se reconstruye su historia, tiene una parada en la tumba, en el cementerio Jardines de Montesacro, de Medellín.
Dicha tumba permanece bien arreglada, con flores y mensajes de todo tipo, casi como un lugar de veneración.
En la galería le dejamos algunas imágenes de cómo luce.