Muchos hemos visto la transición de los papás del teléfono fijo al celular. Ver a los abuelos mirar con desconfianza un móvil, como si fuera un monstruo que viene a acabar con la ciudad, no tiene precio.
Los mayores no hablan por celular, gritan:
“HIJA, ¿Y CÓMO ESTÁN TODOS POR ALLÁ?”
– Mamá, bien, pero ¡no me grite!
– ¡AH NO, YO NO LA ESTOY GRITANDO ES QUE ESTOY HABLANDO DEL CELULAR!
– Jaja sí, yo sé, al celular le marqué.
Esto sumado a que caminan de un lado a otro, se hacen al lado de la ventana y miran al cielo con la mano en la cintura y los ojos arrugados.
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– Pero, ¡llámeme al fijo!
– Mamá, me sale más barato al celular.
– No, eso sale carísimo mejor colguemos.
Y uno no sabe si es que no quieren hablar con uno o si es que de verdad no creen que hoy en día es mucho mejor y más barato una llamada a celular.
Pero la mejor de todas y la más divertida es chatear con los papás. Después de la dura tarea de convencerlos para que usen un teléfono inteligente, lo que sigue es reírse:
Un chat con mi mamá:
YO: Hola, mamá, ¿me lee?
MAMITA: cOMo escRRRRibo aquí.
YO: JAJAJA
MAMITA: por qué sE rÍE esa caritA No ME abre.
YO: jajaja ¡Ma, no tiene que abrir nada! Jajaja, ¿pero le va bien con el teléfono?
(MAMITA está escribiendo un mensaje)
Y así pasan los minutos y uno cree que ella ha escrito mucho y de repente:
MAMITA: bien gracias.
YO: JAJAJA ay mamá, pensé que estaba escribiendo mucho.
MAMITA: no sé cómo funciona ese aparato. Llámeme.
YO: jajajaja. Ma, la idea es que aprenda a chatear para que estemos conectadas siempre.
MAMITA: y cómo me conecto.
YO: jajaja ma, pues que hablemos por chat muchas veces al día y por la noche la llamo.
MAMITA: me LlAMA fijo.
YO: si, obvio
MAMITA: bueno chao
YO: jaja pero ¿por qué se despide?
MAMITA: no me DICe que me llamA por la NocHe.
YO: JAJAJA.
Pero al día siguiente sucede esto:
MAMITA: Hola HIJa que hace.
YO: Ma, trabajando.
MAMITA: yo también. Chao.
Y mi cara de desconcierto y carcajada no tienen comparación, me escribe para decirme que está ocupada.
MAMITA: HOla cómo le mando UNa FOtO.
YO: Ma, no pulse tan duro el teclado que por eso le salen las mayúsculas.
(MAMITA está escribiendo un mensaje)
MAMITA: bueno.
YO: ¡Uy! Debe ver un clip y ahí dice enviar archivo. O vaya a la foto y le dice compartir.
MAMITA: LE diGo ComPArtiR.
MAMITA: cOmo le dIGO le hablo.
MAMITA: nO entiendo.
YO: JAJAJAJAJAJAJAAJAJAJAJAJAJA
MAMITA: POR Que SE Ríe.
YO: me la imaginé diciéndole a la foto compartir, jajajajaja (sic).
Pero con el tiempo ella aprendió a enviar fotos y ahora tiene un comportamiento compulsivo por enviar fotos. No ha llegado al selfie gracias a Dios, pero sí me reenvía las fotos que yo le envió. O sea ya aprendió a decirle “compartir” a la foto.
La paciencia tiene límites, pero con los papás la paciencia no puede tener límites, al contrario, estar con ellos a través de un chat y enseñarles es un reto y otra manera de compartir.
Si usted se desespera cuando su papá no puede contestar un chat o cuando se le olvida cómo desbloquear el celular, no se le olvide: ellos no se desesperaron cuando no sabíamos sumar ni cuando se nos olvidaban las tablas de multiplicar. ¿Y sus papás cómo chatean? #MiMamaEnUnChat.
Por: Marcela Alarcón/ @marcelaalarcon
*Las opiniones expresadas por el columnista no representan necesariamente las de PUBLIMETRO Colombia S.A.S.