Sao Paulo, 1 jul (EFE).- La firma OGX, del magnate brasileño Eike Batista, anunció hoy que suspenderá sus operaciones en un yacimiento de petróleo situado en aguas del océano Atlántico, tras lo cual sus acciones se derrumbaron un 34 % en la bolsa de Sao Paulo a la mitad de la sesión.
La suspensión de las operaciones de OGX en el campo conocido como Tiburón Azul fue informada mediante un comunicado al mercado, en el que la empresa de Batista explicó que se encontró con dificultades geológicas que hacen «inviable» la inversión en ese pozo.
Asimismo, indicó que evaluará sus operaciones en tres yacimientos vecinos que pudieran ofrecer las mismas dificultades.
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Según la empresa, «no existe, en este momento, tecnología capaz de dar viabilidad económica a inversiones adicionales», que serían necesarias para «aumentar el perfil de producción» de esos campos.
La suspensión de las operaciones de OGX en ese yacimiento fue decidida en un momento en que el conglomerado de empresas del magnate brasileño atraviesa por graves dificultades financieras.
El diario Folha de Sao Paulo informó el domingo de que el grupo de Batista intenta renegociar con urgencia unas deudas contraídas con once bancos, que vencerán en marzo de 2014 y suman unos 7.900 millones de reales (3.600 millones de dólares).
Según el periódico, los acreedores son los bancos Itaú BBA, ABC, Morgan, Santander, Bradesco, BTG, HSBC, Citibank, Banco de Bogotá, así como los estatales Banco Nacional de Desarrollo Económico Social (BNDES) y Caixa Económica.
Los intentos por renegociar esas deudas coinciden con el anuncio de una profunda reestructuración en el grupo controlado por Batista, que aún no está muy clara y que ha derrumbado las acciones de todas sus empresas en la bolsa de valores durante las últimas semanas.
De acuerdo con fuentes del mercado financiero, esa reestructuración deberá implicar la venta de muchos de los activos del empresario, que hasta 2011 aparecía en las listas de la revista Forbes como el dueño de la séptima mayor fortuna del mundo.
Sin embargo, debido a sus graves problemas financieros, perdió 93 posiciones en esas listas y Forbes calculó que su patrimonio cayó de 19.400 millones de dólares a fines de 2011 a unos 10.600 millones de dólares en diciembre pasado.
