La brecha entre los hombres y las mujeres cada vez se hace más corta, y eso se ve reflejado en diferentes escenarios, como, por ejemplo, en el laboral, en el que las mujeres ocupan la mayoría de cargos gerenciales y de confianza absoluta.
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Talentosas, perfeccionistas, visionarias y poderosas son las características de estas mujeres que son fuente de inspiración para todas aquellas emprendedoras con objetivos concretos. Cambian el mundo incluso, sin que usted las conozca.
Además, al momento de socializar, son ellas quienes deciden qué quieren, hacia dónde van, cómo les gusta y dónde les gusta, olvidándose de protocolos del pasado. De hecho, ahora son ellas las que llaman, escriben, invitan a salir, pagan el hotel, y toman las riendas de cualquier asunto personal y laboral.
A esto se suma que viven más, ya que su sistema inmunológico es más poderoso que el de los hombres y para tener un dato, ocho de cada nueve personas que cumplen 100 años adivinen… Son mujeres.
Por otro lado, su cerebro puede realizar múltiples acciones (multitasking) y tiene pensamientos entrelazados, razón por la cual puede hacer varias cosas al mismo tiempo y todas les quedan bien, lo cual evidentemente es positivo, no solo para su gestión laboral, sino para sus actividades en el hogar, y… obviamente en la cama.
En resumen y sin ánimo de ofender a los hombres que están leyendo este contenido, o a las mujeres que en ocasiones quieren protagonismo con el ‘empoderamiento femenino’, hay que decir que el ‘tal sexo débil’ es capaz de inspirar buenos y malos pensamientos. También logra encantar y seducir a quien le plazca, porque como bien dice un adagio popular: “El hombre propone y la mujer dispone”.
Por todas las mujeres que se liberan, #ChaoMojigatos.