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Fernando Trujillo y el desafío superado de ser un científico inspirador en Colombia, ¿cómo lo logró?

Este biólogo, director de la Fundación Omacha que se encarga de la investigación y protección de los delfines del Amazonas, rompe todos los paradigmas del científico tradicional haciendo una labor fundamental para el país.

Ser científico es una profesión para valientes. Más allá de la admiración popular, llegar a ese status no es nada sencillo. Se necesita berraquera, determinación, carácter y sapiencia para tomar las mejores decisiones en situaciones ambiguas. Todas cualidades que tenemos los colombianos cuando dejamos el miedo atrás.

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Eso sí que lo sabe Fernando Trujillo, uno de los científicos contemporáneos en Colombia. Comenzó desde muy temprano, lo que le otorgó un plus a la hora de recibirse como un amante de la ciencia.

Sin embargo, aunque sabe que le da un servicio a la sociedad, jamás le fue fácil imponerse a las dualidades que en su carrera encontró. Decisiones gubernamentales en contra del medio ambiente, razones de seguridad, financiación y otras vicisitudes le produjeron un cisma en sus convicciones científicas.

«Hacer ciencia en Latinoamérica es muy complejo por varias razones. Tenemos una limitante que es el idioma, porque producimos la mayor cantidad de documentos en español y en portugués, pero para que tenga una validación científica a nivel internacional debemos publicar en inglés y asistir a congresos de habla inglesa, entonces, competir en una lengua que no es la nuestra nos obliga a volvernos expertos en ese idioma», le dijo recientemente a Mongabay: «Otra limitante es que en Latinoamérica todavía se ve la investigación científica como una aproximación romántica, como algo idealista, como algo adicional a lo que debe hacer la sociedad y no tiene la relevancia que le dan en otros países. En otros lugares ya se han dado cuenta que la investigación científica conduce al desarrollo de tu nación, a la conservación de su patrimonio natural. Pero en América Latina todavía estamos muy lejos de tener esa conciencia».

Para reponerse a todo eso, Trujillo tuvo que pasar muchos sobresaltos y mirar a sus temores a la cara. Eso, más que otro problema, le forjó el carácter y la convicción no solo de alcanzar sus objetivos, sino de inspirar a los demás quienes para la ciencia es algo significativo en la existencia humana.

“Ser científico significa ir más allá, llegar también a los tomadores de decisiones, interpretar las necesidades y los conflictos en comunidades locales donde trabajas en conservación de especies y mover esa ciencia en un ambiente no solo científico sino social, económico y político”, aseguró en una de las últimas entrevistas. El día que entendió esto conoció que se había destapado sin miedo.

Por eso Cerveza Águila centró su atención en él para que sea uno de sus embajadores. Alguien que tomó de aliada a la ciencia y desafió los cánones convencionales sin duda es fuente de inspiración para las personas que buscan dejar atrás los temores. Otros tutores y mentores además de Trujillo aguardan para alentarte ingresando a destapate.co, cuenta tu historia y destápate sin miedo. ¿Qué esperas para hacerlo?

 

 

 

 

 

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