La economía creativa y cultural se centra en desarrollar e incentivar las industrias creativas de nuestro país, impulsando el crecimiento económico y el desarrollo social desde creaciones funcionales y artísticas como la arquitectura, la música, el diseño, la producción audiovisual, entre otras.
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La fuerza que han cobrado las industrias creativas en la economía nacional se hace visible cuando se analiza que las actividades relacionadas con este sector, es decir, el campo de la cultura y la creatividad, aportan anualmente el 3,3% del Producto Interno Bruto, PIB, nacional, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Este punto no debe ser indiferente para los profesionales de las disciplinas creativas, quienes son los principales constructores del patrimonio cultural colombiano y aportan a la industria su principal insumo, la creación. No obstante, profesionales de las diferentes ramas del conocimiento se están involucrando en el fortalecimiento del sector, por ser una opción atractiva, en términos económicos, para la vida.
Roles como los gestores culturales, productores y promotores de la industria se convierten en figuras clave, que demanda líderes preparados que asuman los retos para proyectar sosteniblemente sus empresas. Es de esta manera que instituciones como la Universidad El Bosque, plantean dentro de su oferta académica programas que le apuntan a preparar a los estudiantes para hacer parte de esta actividad a través de la Facultad de Creación y Comunicación, y su Maestría en Diseño para Industrias Creativas y Culturales.
“En el mundo contemporáneo ningún desarrollo de conocimiento está desarticulado de los demás. Es posible que algunos jalonen otros, pero para desarrollarse en un sistema productivo eficiente, la participación de diversos conocimientos y competencias son indispensables”, afirma Juan Pablo Salcedo Obregón, decano de la Facultad de Creación y Comunicación y Director de la Maestría en Diseño para las Industrias Creativas de la Universidad El Bosque, quien agrega que “en el campo de las industrias creativas existe la necesidad de que converjan múltiples oficios y profesiones pues dependen tanto de la creación como del ámbito tecnológico, el mundo de los negocios y de la capacidad de reconocer pertinencia y conveniencia”.
¿Cómo las expresiones artísticas se convierten en oportunidades económicas para los colombianos?
Al comprender que la economía creativa y cultural ofrece más campos de trabajo que los sectores que son tradicionales en el imaginario colombiano, se entiende también la importancia de que profesionales de otras áreas del conocimiento, además del artístico, se especialicen en esta industria entendiendo que su aporte es apetecido dentro de un amplio campo de acción.
Estos campos de trabajo comprenden, en un mercado, quehaceres que comprometen la presencia tanto del Estado, como innovación de la empresa, las instituciones educativas y en general, de la sociedad civil.
Por lo que necesariamente, el desarrollar y promoción el trabajo de la economía creativa, generará el aprovechamiento del “enorme capital cultural que supera a las opciones de desarrollo de capital tecnológico, al menos en el medio plazo” de nuestro país, explica Juan Pablo Salcedo Obregón, Director de la Maestría en Diseño para las Industrias Creativas. Mientras llama la atención a reconocer que en nuestro contexto nacional “hay oportunidades, tanto para los creadores, como para quienes participan en toda la cadena de valor del sistema”, es decir, gerentes, críticos, gestores, abogados, financistas, etc.