Presentado por:Red Papaz

Red Papaz
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“Basta: No comas más mentiras ni se las des a tus hijos”

En Colombia uno de cada cuatro niños entre 5 y 12 años tiene exceso de peso*

(kwanchaichaiudom - stock.adobe.com)

La infancia es el momento de la vida por excelencia para estar rodeado de cariño, juegos y amigos. Es la etapa para aprender de la vida y cultivar buenos hábitos. Pero, como lo revelan los crecientes datos de exceso de peso en menores de edad, los estamos alimentando mal, hemos convertido en habituales, productos con exceso de azúcar y bajos en nutrientes. Debemos privilegiar en su día a día agua, frutas, verduras, la comida preparada en casa, en el colegio o en el comercio (ej. panadería fresca).

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Pero, ¿por qué nos estamos engordando? En parte sucede por la exposición, desde niños, a todas las formas de publicidad que les vende la comida chatarra (productos ultraprocesados altos en azúcar, sodio o grasas saturadas) y porque utilizan sus personajes favoritos, mascotas, concursos y premios. La evidencia señala que estas formas de promoción fomentan el consumo habitual de dichos productos. Muchas madres y padres también le “comemos cuento” a la publicidad cuando nos dice: ahora con fibra, más natural, ideal para la lonchera, con vitaminas y minerales, etc. A esto hay que sumarle la falta de actividad física, el exceso de conexión a pantallas, la pobre educación nutricional, entre otros factores, que han hecho que el sobrepeso y la obesidad sean una epidemia en el país y en el mundo entero.

De acuerdo con el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el 2016 en el mundo había 41 millones de niños menores de 5 años con exceso de peso y 340 millones de niños y adolescentes, entre 5 y 19 años con esta condición. En Colombia, según la Encuesta Nacional de Situación Nutricional (ENSIN 2015), el 1 de cada 4 niños entre 5 y 12 años tiene exceso de peso, en el caso de los adultos, en 5 años, pasamos de 51.2% al 56.4% con esta condición.

Frente a este problema, Red PaPaz decidió dar un paso importante y, a través de su campaña de bien público «Basta: No comas más mentiras ni se las des a tus hijos, saquemos la publicidad de comida chatarra de su mundo», hace un llamado urgente a implementar una política pública que restringa las prácticas publicitarias a menores de 18 años de productos ultra procesados altos en azúcar, sodio y grasas saturadas (comida chatarra).

Esta propuesta está soportada por las recomendaciones que la OMS emitió en el 2010 sobre la promoción de alimentos y bebidas no alcohólicas dirigida a los menores de edad, en donde, basados en amplia evidencia, advierte sobre los efectos negativos que tiene la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a ellos. Allí mencionan que estas se promocionan usualmente sin advertir sobre el exceso de azúcar, sodio o grasas saturadas que contienen.

Para Carolina Piñeros, directora ejecutiva de Red PaPaz, «En Colombia la publicidad y el etiquetado de productos ultraprocesados son muy confusos. Vamos camino a convertirnos en un país enfermo por culpa del exceso de peso, como lo demostró la encuesta del Ministerio de Salud 2015”. Para contrarrestar esto, se deben implementar 4 políticas que han demostrado ser costo efectivas, que son: la regulación de la publicidad de comida chatarra dirigida a niños, el etiquetado (para que sea comprensible), los entornos escolares (asegurando que sean saludables) e impuestos saludables (por ejemplo a las bebidas endulzadas).

La campaña de Red PaPaz está disponible en www.nocomasmasmentiras.org, y cuenta con el respaldo de amplia evidencia científica (libre de conflictos de interés). La idea creativa fue construida con 15 grupos focales realizados con madres y padres en Cali, Barranquilla, Medellín y Bogotá.

No es una cuestión de estética, el exceso de peso afecta la salud y aumenta el riesgo en la adultez de obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes e incluso cáncer.  Los niños tienen derecho a una alimentación nutritiva y equilibrada y somos familia, Estado y sociedad corresponsables en la garantía de este derecho fundamental; se requiere de un entorno que favorezca las opciones saludables.

*Fuente: Encuesta Nacional de Situación Nutricional (ENSIN 2015)

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