Nada logra alejar a Yesenia de sus objetivos; ni las 4 horas que tiene que recorrer todos los días para ir de su casa al colegio y luego regresar a su hogar en la vereda Aguacate en el Municipio de Tumaco. Luchadora, perseverante y confiada, esta joven de 18 años se destaca también por ser una líder en su comunidad y una defensora de los derechos a través de su participación en diferentes proyectos de la Fundación PLAN.
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Desde hace cuatro años Yesenia conoció a PLAN, cuando la fundación llegó a su colegio ubicado en Chiví, en la zona rural de Tumaco, y desde ese momento empezó a involucrarse en diferentes proyectos como Tejiendo Redes por la Niñez y Planeando para el Futuro que le han permito reforzar y fortalecer sus habilidades y su liderazgo. Actualmente, hace parte de Usa Tu Poder Para Construir Paz una iniciativa que tiene tres componentes principales: incidencia y monitoreo de los derechos de la niñez, construcción de paz y derechos sexuales y reproductivos, y comunidades constructoras de paz.
Yesenia considera que gracias a la formación que ha recibido en los talleres y actividades en los que participa en PLAN, hoy es una mujer más segura de sí misma y capaz de expresar sus ideas y pensamientos con respeto y teniendo en cuenta los puntos de vista de los demás.
“Estar en los proyectos de la Fundación PLAN me ha impactado positivamente en muchos aspectos de mi vida. Me ha permitido conocer nuevos temas, me ha enseñado a contar lo que siento. Ahora puedo expresarme en público, antes no me atrevía, ahora es más fácil para mí”, cuenta Yesenia acerca de su experiencia transformadora tanto a nivel personal como familiar, pues ha logrado canalizar sus debilidades y convertirse en mediadora en su hogar.
Además de su rol en la comunidad y en su casa, Yesenia quiere romper estereotipos de género y llegar a una profesión en la cual pocas mujeres se involucran; su meta es ser una gran Ingeniera de Sistemas para poder ayudar a sus padres y a sus cinco hermanos. Para alcanzar este objetivo, Yesenia sigue una dura rutina y madruga todos los días a las 5:00 de la mañana para recorrer a pie las dos horas que la separan de su colegio. Ella sabe que la disciplina y la constancia son necesarias para seguir creciendo a nivel personal y profesional, por eso estudia con entusiasmo y aplica en su vida todo lo que ha aprendido en la fundación.