PUBLICIDAD
Lo que pasa en Internet se queda en Internet. Bueno, al menos esa frase aplica para quienes no quieren aceptar que la han ‘embarrado’ por caer incautos en cuanta promoción online se encuentran.
Y es que las promesas de un cuerpo perfecto son de las ofertas más llamativas que ponen a miles de personas a ingresar los datos de la tarjeta de crédito a la ligera, al considerar que han encontrado la panacea del adelgazamiento.
Como todo en la red muchas veces se queda en la privacidad del usuario, y parece tan fácil probar productos sin saber su procedencia, hay quienes deciden no contarle a nadie y agregar al carrito de compras todas las promesas mágicas que se ofrecen en la web.
Aquí 5 indicios para dudar y evitar que lo ‘tumben’.
1. Adelgazar online NO es posible
Los productos mágicos no existen. Si ya comprende esta premisa, estará un paso adelante en el camino de lograr una alimentación balanceada, mantener una constante rutina de ejercicios y solo usar medicamentos bajo prescripción médica. Estas son las decisiones más responsables con su salud y las más efectivas para lograr el peso adecuado.
2. Compre en lugares reconocidos
Así como usted no compra en cualquier tienda sus medicamentos, Internet no es la excepción y si va a apostarle a comprar en un e-commerce, asegúrese que sea reconocido y maneje marcas de calidad.
3. Registro sanitario es la ley
Al igual que cuando usted se pone el cinturón de seguridad en el momento en que se sube a un vehículo, es importante comprender que para que un producto sea de confianza tiene que contar con registro sanitario. No haga excepciones, es por su bienestar, por su vida.
4. El ‘chino’, solo su hijo
Si su fortaleza no son los idiomas, no se ponga a aventurar al comprar productos con etiquetas en lenguas que no domine. Es importante que reconozca de qué está hecho lo que compra y cuáles son las indicaciones y contraindicaciones.
5. Cuidado con las malas influencias
¿Cuántas veces terminó comprando un pésimo producto por hacerle caso a la amiga arriesgada? Antes de adquirir un producto consulte con expertos, y no se ponga a hacerle caso a quienes no saben nada de medicina o de nutrición. Tome decisiones responsables.