La ciencia ha resuelto uno de los misterios más impactantes e intrigantes del siglo XX: el incidente del paso de Diatlov, la historia de la misteriosa muerte de nueve montañistas en una expedición de esquí en los montes Urales a comienzos de 1959.
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Durante años la historia estuvo rodeada de misteriosas hipótesis aunque la certeza era una sola: algo desconocido hizo que los nueve jóvenes cortaran sus carpas desde adentro y escaparan hacia un bosque, sin ropa y bajo temperaturas que llegaban a los -25ºC, además de fuertes vientos.
La historia cuenta los cadáveres fueron encontrados 26 días después, totalmente congelados en el bosque. Mientras que tres semanas después otros cuerpos fueron hallados con mutilaciones y feroces golpes en el pecho y rostro.
A tal punto llegó el misterio, que la investigación criminal soviética archivó el caso con una llamativa conclusión: «una fuerza natural irresistible había causado la muerte del grupo de Diátlov». Desde entonces, y ante la falta de una verdad absoluta, las teoría conspirativas no faltaron y se expandieron por todo el mundo.
Para algunos, los excursionistas habían sido víctimas del ataque de un animal salvaje, otros planteaban que murieron de pánico al ser inducidos por infrasonidos o incluso que sufrieron la ira del abominable hombre de las nieves. Otra teoría planteó que la KGB los había asesinado por razones políticas.
¿Qué sucedió realmente en el paso Dyatlov?
El caso fue reabierto en 2019 y la fiscalía rusa determinó en 2020 que una avalancha de nieve fue la verdadera causa de la muerte de los nueve estudiantes. Sin embargo la explicación no fue suficiente para los pocos familiares que quedan de las víctimas.
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Sin embargo dos científicos, Johan Gaume, director del Laboratorio de Simulación de Nieve y Avalanchas de la Universidad de Lausana, y Alexander Puzrin, profesor de Ingeniería Geotécnica de la Universidad de Zúrich, realizaron un estudio que estableciera un modelo físico cuantificable que pudiera permitir si la hipótesis de la avalancha era compatible con los hallazgos.
Las conclusiones de su trabajo, publicado recientemente por la revista Nature, afirman que el desprendimiento de una placa de nieve pudo generar una avalancha mientras dormían, lo que los obligó a abandonar rápidamente el campamento y huir bosque adentro.
“El incidente fue el resultado de una combinación de tres circunstancias desfavorables: un corte en la placa de nieve al instalar la carpa, una topografía especial y fuertes vientos catabáticos [masas de aire que se desplazan a gran velocidad ladera abajo] que transportaron nieve y sobrecargaron la placa de nieve, que se desprendió y produjo la avalancha sobre la tienda”, explican.
“La identificación de un mecanismo de este tipo puede proporcionar nuevos conocimientos sobre la naturaleza de las inestabilidades provocadas por tormentas en el manto de nieve, que es otra de las motivaciones importantes de este trabajo”, afirma Puzrin.
El modelo estableció que las dimensiones de la placa de nieve desprendida podía causar lesiones graves, no fatales, y son las que coinciden con las heridas que se hallaron en la autopsia de los cadáveres.