La situación aunque no provocó ningún tipo de daño, generó pánico. ¿Un asteroide? Enorme objeto pasó sobre Nueva York y cayó en el Atlántico.
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Un extraño objeto de gran magnitud sorprendió a los expertos con su paso sobre Los Ángeles y Nueva York.
¿De qué se trató?
Un cohete chino de exploración espacial, fuera de control, reingresó a la atmósfera y cayó sobre el océano Atlántico. Según confirmó el Escuadrón de Control Espacial (SCPS, en inglés) de la Fuerza Aérea estadounidense.
El cohete, identificado como CZ5B fue lanzado al espacio el 5 de mayo, y según el SPCS, que tiene su sede en la base de Vandenberg, al noroeste de Los Ángeles (California). El reingreso a la atmósfera se dio el pasado lunes 11 de mayo.
El proyectil, denominado «Larga Marcha 5B» en la nomeclantura oficial china, puso en órbita una cápsula de prueba para tripulaciones. Esta similar a la nave espacial Dragon desarrollada por la firma SpaceX de Estados Unidos.
Los expertos estiman que la mayor parte del cohete se incineró en el retorno a la atmósfera terrestre sobre el Atlántico, frente a las costas de Mauritania, en el oeste de África. Aunque es posible que algunas partes pequeñas hayan llegado a la superficie terrestre.
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El CZ5B, de 17,5 toneladas, era más grande que la estación espacial china Tiangong-1 que también cayó a la atmósfera en 2018, y su masa era alrededor del 20 % de la del laboratorio espacial estadounidense Skylab, que se precipitó a tierra en 1979 cerca de Perth (Australia).
Expertos militares y espaciales del sector privado observaron el descenso del cohete notable no sólo por su gran masa sino también por la trayectoria extensa de su caída fuera de control.
«Con más de 17 toneladas, (el CZ5B) es el objeto más grande que ha hecho un reingreso descontrolado desde la cápsula (soviética) Salyut-7, de 39 toneladas. Este cayó en 1991, a menos que uno cuente el transbordador espacial estadounidense Columbia en 2003», indicó en un mensaje de Twiter el astrónomo Jonathan McDowell, del Centro Harvard-Smithsonian para la Astrofísica.
«Nunca había visto un reingreso tan grande que pasara directamente por encima de tantas áreas urbanas grandes», añadió McDowell.