Los casos de coronavirus en Argentina crecen a ritmo lento. En Argentina se preparan para la peor fase del coronavirus.
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El primer caso de COVID-19 en Argentina se registró el 3 de marzo. Poco más de dos semanas después, el presidente Alberto Fernández ordenó el aislamiento social preventivo obligatorio.
Actualmente, ya suma 1628 casos confirmados. Del total de casos, 53 fallecieron y otros 325 recibieron el alta médica, mientras que unas 93 personas se encuentran internadas en terapia intensiva.
Pese a la cantidad de casos, registra menos que otros países de la región. Con casi 45 millones de habitantes, son 1628 casos frente a Ecuador que tiene 3700 casos en 17 millones de habitantes, o Chile que tiene 5100 casos en casi 19 millones de habitantes.
En Argentina se preparan para la peor fase del coronavirus
Las autoridades ya alistan contrarreloj el sistema sanitario de cara a la fase crítica de la pandemia de COVID-19 en el país sudamericano.
El sistema de salud argentino está muy dividido entre público y privado. Desde el Gobierno se insistió en brindar una atención equitativa pero la idea no parece tener futuro.
La propuesta vino de parte del ministro de Salud, Ginés González García. La intención es coordinar desde el Estado los recursos de atención y las camas disponibles para sector público y privado.
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Finalmente, la idea se dejó de lado por temor de algunos sectores de una nacionalización de las compañías de medicina prepaga.
Ante la emergencia, las Fuerzas Armadas sumaron su red sanitaria y hospitales militares móviles.
El lento crecimiento no debe ser motivo de tranquilidad. Estos resultados podrían ser consecuencia de que se realizan pocos análisis en un único laboratorio.
Se espera que la llegada de los tests rápidos, que ya se realizan en Uruguay, agilice el proceso de detección de casos. Como consecuencia, se espera que el número de casos aumente más rápido.
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