Actualmente la iglesia católica se encuentra investigando el caso de dos monjas misioneras que regresaron de África embarazadas. Ambas hacían parte de dos órdenes diferentes de Sicilia, Italia.
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Una de ellas, con 34 años, asegura que no sabe cómo fue que terminó en embarazo, describiendo que cuando sintió los espasmos abdominales pensó que se trataba solo de un malestar.
En ese mismo sentido, conforme ha reportado La Voz de Galicia, la comunidad de Militello Rosmarino, a la cual pertenecía esta monja, por ahora se encuentra bajo la investigación de la iglesia por los escándalos mediáticos entorno a la situación polémica que se ha generado.
El alcalde de la localidad afirmó sentirse decepcionado por la manera como los medios han abordado la respectiva información, asegurando que “el buen nombre del centro no está en duda”.
Según lo recogido por el National Post, a ambas mujeres de origen africano se les dio la opción de retirarse de la orden para dedicarse a la crianza de los niños.
Una fuente anónima de Roma declaró a los medios: “Se ha iniciado una investigación. Ambas violaron estrictas reglas de castidad, pero el bienestar de sus hijos es primordial”.
Por su parte, las autoridades de salud de Sicilia locales han decidido abrir paralelamente una investigación para descubrir cómo fue que se divulgó el embarazo de ambas mujeres.
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Entre tanto, una madre superior sería la otra monja embarazada. Como ha informado La Voz de Galicia, la religiosa a cargo del cuidado de los ancianos en la ciudad de Ispica se enteró de su estado de gestación cuando estaba en una etapa muy avanzada y terminó decidiendo regresar a Madagascar, su país natal.
De acuerdo con registros previos, en el año 2014 se conoció el caso de otra religiosa con una condición similar. Según lo explicó la BBC, una monja de 31 años de origen salvadoreño tomó por sorpresa a las demás hermanas de un convento aledaño a la ciudad de Rieti, Italia, luego de que también aseguró haber sentido solo unos calambres abdominales.