Jeanette Mojica Rivera, enfermera de profesión, fue asesinada a puñaladas por su propio hijo de 16 años, huérfano de padre, al que crió y con quien vivía en la misma casa ubicada en Canóvanas, Puerto Rico, donde ocurrió el brutal crimen.
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La mujer de 34 años trabajaba en un laboratorio clínico en este municipio y murió el 27 de mayo a causa de seis cuchilladas, según la confesión del adolescente, informó el medio local El Vocero.
De acuerdo con el relato del chico Francisco Xavier Torres Mojica a la policía los hechos se desencadenaron a partir de una fuerte discusión en la que la madre le reclamó por su comportamiento, sus amistades y la relación que sostenía con una mujer mayor.
Luego de amortajar el cadáver de la madre con una sábana lo condujo en la camioneta de esta a la entrada del sector La Vega, a donde también guio a las autoridades cuando ya estaba en avanzado estado de descomposición.
También los llevó hasta su casa donde entregó el arma homicida, un cuchillo de cocina, y otros elementos que eran pertinentes al proceso de investigación.
Ante la inquietud de los familiares por la ausencia de la enfermera el joven dijo que se encontraba de viaje.
Por su parte el inspector Carlos Nazario, director del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC, por la sigla), dijo que se informaría la determinación de la fiscal en cuanto a la radicación de cargos criminales o faltas como menor.
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