Abigail Thompson es una esteticista de 20 años que se encontró con la sorpresa de su vida luego de estornudar un día cualquiera. Esto, luego de sentir algo extraño, por lo que revisó el papel higiénico.
Y allí, entre sus mucosidades, apareció un anillo que le trajo recuerdos de su infancia de manera inmediata: era uno que había perdido cuando tenía 8 años.
Según informa el Daily Mail, cuando cumplió su octavo cumpleaños, la madre de Abigail le regaló el anillo. Sin embargo, a los meses desapareció y siempre creyó que algún amigo se lo había robado.
«Siempre que me juntaba con algunos amigos, nos sentábamos en mi cama. Pensaba que uno de ellos debería haberlo tomado cuando estaban en mi casa», expresó la joven. «Nunca en un millón de años hubiera adivinado que se me había atascado la nariz», agregó.
Sobre cómo fue ese momento en el que lo halló, afirmó que «solo era un día normal. Me senté en mi sofá y empecé a estornudar y luego miré en el pañuelo y pensé’ ¿Qué diablos es eso?’. Sentí una sensación aguda. Pero no lo pensé hasta que miré el papel y dije:’ Oh Dios mío, ¡ese es el anillo!'».
Pese a lo llamativo del caso, el cirujano plástico inglés Naveen Cavale aseguró que situaciones como estas son normales. «No me sorprende, es una historia inusual, pero los niños tienen juguetes pegados a la nariz todo el tiempo. Es posible que haya sido encajado; y a medida que ella creció, el espacio en el que se ajustó se habría agrandado y así se pudo soltar y salir», agregó.
«Probablemente se ha acuñado en la parte posterior de la nariz. Entre dos pedacitos de hueso duro que lo mantuvieron en su lugar», remató el facultativo.
Perdió su anillo a los 8 años, una década después estornudó y lo encontró.
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