Las focas podrían ser el futuro de la humanidad, o por lo menos así lo piensan un grupo de investigadores del Reino Unido, Estados Unidos y Suecia.
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Estos países forman parte de la expedición que analizará el estado del enorme glaciar Thwaites, en la Antártica Occidental. A su vez, la formación está en riesgo de colapsar y aumentar hasta en 80 centímetros el nivel del mar. Además, se espera que la investigación se extienda por los próximos cinco años.
El proyecto recopilará datos para comprender mejor el comportamiento pasado y actual del glaciar Thwaites. La formación posee el tamaño de Gran Bretaña y es posible que comience a colapsar en las próximas décadas.
El geofísico marino y científico jefe a bordo del barco que lleva el grupo de científicos, doctor Robert Larter. Sostuvo que “el glaciar Thwaites es la clave para comprender mucho mejor el aumento futuro del nivel del mar desde esta parte vulnerable de la Antártida Occidental».
«Esta es nuestra primera oportunidad de comprender mejor este glaciar «.
«El examen del fondo marino y los sedimentos en el borde del glaciar proporcionarán una visión de cómo se comporta el hielo. Además, se conocerá cómo lo ha hecho en el pasado. Esto es importante para predecir cómo el glaciar puede responder al cambio climático futuro «.
Qué tienen que ver las focas
Uno de los equipos de trabajo estará dedicado a interactuar con un grupo de focas de Weddell. Los animales estarán equipados con sensores para comprender su comportamiento y las condiciones donde el glaciar se encuentra con el océano.
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Al respecto, el ecologista de la Universidad de St Andrews, doctor Lars Boehme. Explicó que “las focas de Weddell pasan parte de su vida cerca del hielo o debajo de de él. En lugares de difícil acceso para nosotros. Los sensores registrarán los detalles sobre el entorno físico inmediato, lo que nos dará una idea más clara de las condiciones oceánicas actuales en estos lugares remotos e inaccesibles».
Se espera que la combinación de los datos recopilados, más los registros de planeadores oceánicos y vehículos autónomos; revele cómo interactúa el glaciar con el océano. Y con ello permitirán entender la condición crítica en la que se encuentra.
En este trabajo forma parte el British Antartic Survey, organismo del Reino Unido dedicado al cuidado de la Antártica. Del mismo modo, cuenta con un presupuesto de US$25 millones.