El orangután de Borneo es una especie que en la actualidad se encuentra en peligro de extinción. Sin embargo, pese a todos los intentos que se hacen para preservarlo, aun hay casos de maltrato contra esta especie. La triste historia de Pony, la orangután que fue prostituida por años
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Como el caso de Pony, rescatada por animalistas en un burdel en Kareng Pang en Tailandia, donde era obligada a trabajar como prostituta.
El hecho ocurrió el 2003, provocando un fuerte impacto en quienes lograron salvar a la orangután. Esta era afeitada cada dos días, mientras era maquillada y perfumada para satisfacer los insanos deseos de agricultores locales de aceite de palma, los cuales pagaban dos libras esterlinas por abusar del animal.
«Cuando descubrí que la usaban para la prostitución y no solo como una mascota, me horroricé», indicó a The Sun Lone Droscher-Nielson, quien fue parte del grupo que rescató al animal.
«Tal vez en mi ingenuidad nunca hubiera creído humanamente posible hacer algo así a un animal», manifestó.
Por su parte, la directora de la Fundación de Supervivencia del Orangután de Borneo Michelle Desilets, ya había contado en 2007 algunos aspectos del rescate de Pony, afirmando que los encargados del burdel amenazaron con machetes a los animalistas para evitar que se la llevaran.
En ese sentido, contó además que los trabajadores agrícolas iban directamente al recinto a abusar del orangután, pese a que había mujeres que se desempeñaban como trabajadoras sexuales.
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La triste historia de Pony, la orangután que fue prostituida por años
«Podrías elegir un humano si lo prefieres, pero fue una novedad para muchos de los hombres tener relaciones sexuales con un orangután», detalló.
Finalmente, 35 policías armados llegaron al lugar para lograr rescatar a Pony, que ahora se encuentra en el santuario de orangutanes de Borneo, con 15 años de edad.
«Ella se recuperó lentamente y los cuidadores masculinos fueron presentados con cuidado a ella», explicó Desilets, agregando que tras el paso del tiempo «ya no parecía tenerles miedo y estaba feliz con cualquier compañía que pudiera tener».
En tanto el coordinador de Comunicación y Educación del santuario, Monterado Friedman, relató el estado de salud de la orangután, tras el paso de los años.
«Vivir tanto tiempo con humanos y ser tratado de manera tan espantosa mientras estaba en cautiverio, fue algo que no fue fácil para Pony superar y aprender a vivir como un orangután salvaje», manifestó.
«Pony ha pasado por un largo proceso de rehabilitación para olvidar su terrible experiencia y recuperar su naturaleza salvaje para convertirse en un verdadero orangután», remató.