El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó hoy una orden ejecutiva para detener la separación de los niños inmigrantes de sus padres cuando estos son detenidos en la frontera sur, algo que ha generado críticas en todo el mundo.
PUBLICIDAD
Trump suscribió un documento que permitirá que los niños que cruzan la frontera sur junto a sus padres se queden con ellos en centros de detención de inmigrantes durante un plazo de tiempo dilatado, según explicó a Efe una fuente de la Casa Blanca.
«No nos gusta ver a las familias separadas. Al mismo tiempo, no nos gusta que la gente entre ilegalmente en nuestro país. Esto resuelve el problema», dijo Trump en declaraciones a periodistas en el Despacho Oval.
«No me gustaba ver a las familias separadas ni los sentimientos que eso provoca», aseguró el mandatario, quien añadió que la firma del decreto conllevará que haya «mucha gente feliz» en el país.
Sin embargo, el Gobierno de Trump planea mantener la política de «tolerancia cero» contra la inmigración que provocó la separación de las familias.
«Mantendremos una frontera poderosa y seguirá habiendo tolerancia cero. Hay tolerancia cero para los que entran ilegalmente», dijo.
Esa política, inaugurada en abril, obliga a presentar cargos criminales contra cualquier adulto que cruza irregularmente la frontera con México, lo que hasta ahora provocaba que se le separara de los niños con los que viajara, que pasaban a la custodia del Gobierno federal.
PUBLICIDAD
A partir de ahora, los padres serán llevados junto a sus hijos a centros de detención de inmigrantes, lo que probablemente generará demandas contra la Casa Blanca porque contraviene un acuerdo al que el Gobierno estadounidense se comprometió en 1997.
Ese acuerdo, conocido como «Flores», establece que los menores detenidos en la frontera solo pueden ser privados de libertad durante un máximo de 20 días.
El Ejecutivo del expresidente Barack Obama (2009-2017) incumplió ese acuerdo cuando se produjo en 2014 una llegada masiva de menores procedentes de Centroamérica, lo que desató un litigio que llevó a un juez federal a determinar, en 2016, que el límite de 20 días debía respetarse y aplicarse tanto a los niños como a sus padres.
Trump, que hasta ahora había defendido que el único que podía acabar con la separación de las familias era el Congreso, aseguró que sigue trabajando para lograr una «legislación exhaustiva» que afronte sus prioridades en materia migratoria.
«Conseguiremos tener el muro» con México, garantizó.