Amanda Rubio nació de manera prematura con un tumor de casi 2.5 kilogramos en su coxis; los médicos dijeron que tenía únicamente un 20 % de posibilidades de salir adelante, pero gracias a una intervención quirúrgica exitosa esta bebé mexicana de dos meses hoy se recupera sin complicaciones.
La niña nació el 7 de enero en el municipio de Puerto Peñasco, en el estado de Sonora. Su madre, Alba Nidya Ortiz, no pudo conocerla entonces, porque fue trasladada de emergencia al hospital de gineco-pediatría de Hermosillo.
La primera vez que la vio, cuando le autorizaron a entrar durante no más de cinco minutos, Alba sufrió una gran impresión: «Tuve mucho temor, porque miraba que ella estaba muy chiquita, y el volumen del teratoma era muy grande».
Para ella, el resultado de la operación ha sido «un milagro», por lo que agradece a todas esas personas que rezaron para que todo saliera bien.
«Hay una prueba muy grande de que Dios escucha oraciones y nos pone los medios correctos, a la gente correcta, para hacer su voluntad», asevera la madre.