Julio Gartner tenía 15 años cuando enfrentó en su Polonia natal los horrores de la Segunda Guerra Mundial.
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Hijo de judíos, el adolescente perdió a sus padres y pasó por cinco campos de concentración. Pero sobrevivió y con poco más de 20 años emigró a Brasil para iniciar una nueva vida.
Gartner tiene 94 años y su testimonio es uno de los que recoge el primer memorial del Holocausto de Sao Paulo, que abre sus puertas al público este fin de semana.
"Hay incluso personas que actualmente niegan el Holocausto. Pero los sobrevivientes somos testimonios vivientes", le dijo Gartner a BBC Mundo.
"Por eso me dedico a esta misión de divulgar, de perpetuar la memoria de lo que sucedió".
La vida misma de Gartner es símbolo de otro potente mensaje.
"Mi propuesta de vida es ver las cosas por el lado positivo".
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"Cuando terminó la guerra yo sentía mucha rabia. Pero simplemente pensé que debía convencerme a mi mismo y me dije: ‘Si mi vida va a alimentarse solo de la rabia, del revanchismo, no voy a vivir. Tengo que pensar en lo bueno, pensar hacia adelante, y encarar con energía y entusiasmo mi vida".
"Olvidar es imposible porque vi todos los horrores, las cosas más bajas que un ser humano puede hacer con otro. Si pienso que mandaron a mis padres inocentes al crematorio, ¿cómo puedo olvidar? Pero tener una rabia eterna no lleva a ningún lado".
"¿Horrible o más horrible?"
Gartner recuerda que durante diez meses durante la guerra estuvo escondido alimentándose con restos de comida que algunos vecinos dejaban en la puerta de casa como si fuera para los perros "porque si alguien los veía dando de comer a judíos serían castigados con la pena de muerte".
El ciudadano polaco pasó por el gueto judío de Cracovia, retratado en la "La Lista de Schindler", antes de ser enviado a su primer campo de concentración.
Al observar las imágenes del memorial, Gartner siente dolor al ver la desesperación en el rostro de personas inocentes en el campo de concentración austríaco de Ebensee, por que el pasó.
Cuando le pedimos que relatara alguno de los episodios que más recuerda durante la guerra, la respuesta fue:
"Tengo tantos. ¿Quieren uno horrible, o más horrible aún?"
"Voy a contarles un episodio. Quienes hayan visto el filme ‘La lista de Schindler’ recordarán a Amon Goeth, un oficial austríaco de los nazis que fue comandante del campo de concentración de Plaszow en Polonia".
"A mi lado, en ese campo de concentración, había tres jóvenes que silbaban una canción rusa. Un soldado los escuchó y los llevó hasta el comandante. Goeth los condenó a morir ahorcados. Y todos los otros prisioneros fuimos obligados a mirar la ejecución".
"En Polonia había condena a muerte por horca, pero jamás por algo así. Y además había una tradición milenaria de que cuando los ahorcados caían al suelo se les perdonaba la vida".
"Los tres jóvenes cayeron al suelo, pero Goeth no quiso perdonarlos. Ordenó que fueran ahorcados nuevamente hasta morir".
"El mismo Goeth, cuando acabó la guerra, huyó a Alemania, pero fue capturado y llevado a Cracovia, donde fue condenado a muerte y murió en la horca".
Documental
El pasado de Gartner fue tema de un documental de los cineastas brasileños Marcio Pitliuk y Caio Cobra.
En el filme, titulado "Sobreviví al Holocausto", Gartner vuelve a los sitios donde vivió la tragedia de la guerra en Polonia y Austria, entre otros países.
Uno de los momentos más emotivos del documental es cuando Gartner se reencuentra con el hijo de uno de los hombres que le dio de comer a escondidas para salvar su vida.
Pero la película también deja en claro la importancia de mantener vivas las lecciones del pasado.
En el sitio donde se encontraba el campo austríaco de Ebersee, Gartner encontró condominios de viviendas construidas poco después de la guerra exactamente sobre el mismo terreno donde fueron asesinadas miles de personas.
Pero nisiquiera una placa recuerda las atrocidades.
"Los jóvenes no saben nada"
A sus 94 años, la voz de Gartner sigue transmitiendo una profunda apreciación por la vida.
"Hay que vivir y pensar en las cosas buenas que también existen, gracias a Dios. Yo perdí a casi toda mi familia en la guerra, pero ahora tengo dos hijos, cuatro nietos y un bisnieto. La vida continúa".
El ciudadano polaco se jubiló hace mucho tras sus más de tres décadas de trabajo en la industria de la confección en Sao Paulo. Y vive dedicado a su misión de dar a conocer el pasado.
"Doy muchas charlas en colegios públicos, no judíos, y veo que los jóvenes no saben nada sobre lo que sucedió. Es fundamental divulgar ese pasado trágico para que no se repita".
Es un mensaje relevante para los jóvenes de Brasil, del resto de América Latina y del mundo, según Gartner.
"Yo llegué a la conclusión de que el ser humano no es bueno. Tenemos pruebas cabales en Siria, en países de África y muchos otros. Yo continúo mi trabajo de divulgación justamente por eso. La intolerancia, tanto sea sobre religión, el color de la piel o lo que sea, debe ser combatida".
"Porque es la intolerancia la que lleva a muchas de las tragedias que vemos hoy en día".