La familia contó al periódico que la pareja falleció con apenas catorce horas de diferencia, después de que el personal sanitario juntara las camas de ambos ancianos para que pudieran darse la mano porque había sido su aniversario de boda.
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Hace unos meses, Frank fue ingresado a causa de una insuficiencia cardíaca y unas semanas después enfermó Joyce, que fue ingresada en el mismo hospital, relata el periódico.
Según contó a «Kent Online» una de las hijas del longevo matrimonio, Angela Bonell, de 75 años, su madre fue ingresada en una planta diferente a la de su padre.
Con motivo del 77 aniversario de su boda, el personal sanitario preguntó a la familia si les gustaría que les pusieran las camas juntas para que pudieran darse la mano.
«Fue muy especial», manifestó Bonell.
A las cuatro de la mañana del 8 de abril fallecía Frank y, apenas catorce horas después, a las seis de la tarde, lo hacía su mujer.
Joyce y Frank, que tenían cinco hijos, doce nietos, diez bisnietos y dos tataranietos, se conocieron cuando tenían 14 años y se casaron tras cinco años de noviazgo.
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La familia ha querido dar a conocer esta historia para pedir donaciones en memoria de los ancianos para la Fundación Británica del Corazón y para el Instituto de Investigación sobre el Cáncer en el Reino Unido.
Los hijos y nietos del matrimonio expresaron a través de un comunicado que «Joyce y Frank disfrutaron 77 años de feliz matrimonio y en los últimos años, cuando su salud empeoró, siguieron cuidando el uno del otro y fueron juntos hasta el final».
El funeral por el matrimonio se celebrará el 15 de mayo.