Para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la construcción del muro que separe la frontera entre Estados Unidos y México es una de sus grandes preocupaciones, no solo porque es una de sus promesas de campaña más fuertes que sostuvo durante su carrera presidencial, sino porque para él la problemática de las drogas «es muy importante y nunca terminará si no se construye el muro», según ha consignado en sus redes sociales.
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Sin embargo, este fin de semana Trump tuvo que aplazar la decisión de la construcción al no incluir los 20.000 millones de dólares que cuesta el financiamiento de la construcción en la ley presupuestaria.
Decisión que informó horas después que el Congreso iniciara las últimas rondas de negociaciones y ante la falta de expectativas, el presidente declaró ante un grupo de periodistas en la Casa Blanca que está dispuesto a posponerlo hasta septiembre, según ha confirmado el medio estadounidense Politico.
Sin embargo, esta dilatación no es dar el brazo a torcer, ya que aseguró que en septiembre volverá a intentarlo, pero ahora era necesario que el Congreso y la Casa Blanca (con posturas enfrentadas) llegaran a un acuerdo «por el bien del país», ya que de no hacerlo se produciría el cierre del gobierno federal.
Incluso. Trump insistió en Twitter que México pagará por el muro «pero más adelante pero debemos comenzar antes».
https://twitter.com/realDonaldTrump/status/856172056932700164
«Los demócratas no quieren que dinero del presupuesto vaya al muro fronterizo pese al hecho de que detendrá las drogas y miembros muy malos del la MS13», tuiteó, en alusión a la pandilla centroamericana Mara Salvatrucha.
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https://twitter.com/realDonaldTrump/status/856171332521820165
En el caso de no llegar a un acuerdo entre la Casa Blanca, y los republicanos y demócratas en el Congreso, el Gobierno federal se vería obligado a cerrar, provocando una crisis política similar a la que paralizó Washington durante 17 días en octubre de 2013. Sin embargo, en ese entonces el cierre fue la consecuencia del enfrentamiento entre el presidente Obama y la oposición republicana en el Congreso. Esta vez el escenario es aún más insólito: el Partido Republicano tiene mayoría en ambas cámaras legislativas y ocupa la Casa Blanca.
El costo estimado de la construcción del muro, una de las principales promesas de campaña de Trump, ha pasado de los 8.000 millones de dólares calculados inicialmente por el magnate a 21.600 millones, según las últimas cifras del Departamento de Seguridad Nacional.
