En Chile hay conmoción por el brutal crimen hacia una niña. Cristian Soto, padrastro de una niña de 9 años, la descuartizó y la quemó cuando se encontraron solos en su vivienda. Luego, reportó su desaparición. Esto pasó en el municipio de Coyhaique.
Los asesinatos de niños o infanticidios se dan en ambientes de altísima descomposición social.
Él mismo confesó el crimen. Pero en Latinoamérica hubo otras historias de horror, en años anteriores, que aterraron a la sociedad no solo por su brutalidad. También porque los mismos familiares de los niños asesinados fueron los que se deshicieron de ellos.
1. El asesinato del bebé Luis Santiago
A finales de septiembre de 2008, Colombia se horrorizó. En el municipio de Chía, a las afueras de Bogotá, Orlando Pelayo denunció la desaparición de su hijo de 11 meses, Luis Santiago. Los medios replicaron el caso y se hizo una gran cruzada para encontrarle. Este había sido raptado de los brazos de su madre, que esperaba otro bebé de Orlando.
Pero las pesquisas dieron con el culpable: el mismo padre había pagado 182 dólares para que secuestraran al bebé, que terminó muriendo por asfixia. Según este, no aguantó que la madre del niño lo “chantajeara”. Pues como esta era su amante, quería contarle todo a su actual esposa. Por eso, él en retaliación, quería “asustar” a la mujer.
Paga ahora 60 años de cárcel por secuestro y homicidio agravado.
2. Le da a beber ácido a su hija
En un caso más reciente, la mexicana Juana Oria afirmó que estaba harta de su hija. Por eso le dio a beber ácido muriático en vez de agua. La niña solo tenía sed.
De tanto pedirle agua de beber, la mujer se enfadó. E intencionalmente, ante testigos, le dio el mortal líquido. La niña falleció en el hospital. Ella pasará 50 años en la cárcel.
3. Mete a su bebé en la lavadora
Porque la consideraba un “estorbo”. Eso pensaba la desalmada madre Aidé Vega Aispuro. En 2013, en Culiacán, metió a su bebita de 3 meses en la lavadora para matarla, ya que su origen estaba destrozando la relación que tenía con su pareja. Porque ella le confesó a este que no estaba segura de que él fuera el padre, ya que se prostituía.
Como el hombre quedó impactado, quería separarse, aunque deseaba seguir respondiendo por la niña. Aidé, por el contrario, deseaba irse a Tijuana con sus otros dos hijos y veía a su hija con fastidio. Por eso, cuando el hombre se fue a trabajar, ella dejó a los niños en casa de una familiar y mató a su bebé metiéndola en una lavadora en funcionamiento.
Paga hasta 50 años de cárcel.
4. Lo mata con solo 12 días de nacido
Willington Rodil Canaza era un funcionario público en Putina, Perú. Pero eso no lo eximía de ser un ebrio violento que lastimaba a inocentes. En este caso su propio hijo de apenas 12 días de nacido, al que mató a golpes ya patadas. Pasó en mayo de este año.
Ebrio, agredió a su pareja, convaleciente de parto por cesárea. Todo porque ella le pidió comprar leche para el bebé. Este, luego se dirigió a donde estaba el bebé llorando. De ahí, lo tiró al suelo y ahí lo pateó hasta que dejó de vivir. Luego, huyó del lugar, pero la Policía lo detuvo.
5. Lo mata para “vencer a Satanás”
El pequeño Luis Daniel González Armoa tenía 3 años cuando lo mató su madre en Asunción, Paraguay. Eso pasó en 2009. El niño falleció por los golpes de sus padres y en la autopsia se encontró que sufrió fractura de su antebrazo y presentó hemorragias pulmonares.
Por horas, se escucharon gritos, insultos, maldiciones y rezos en la casa. El padre del menor no pudo entrar a su casa. Llamó a los vecinos y a la policía. Ahí, forzaron la entrada y encontraron al niño boca abajo sobre la imagen de un santo y rodeado de velas. Ya estaba muerto. Todo fue observado por sus hermanas adolescentes. La mayor también fue condenada.
En Chile hay conmoción por un infanticidio hacia una niña de 9 años. Pero otros asesinatos de niños también han horrrorizado a la sociedad.