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Con la masacre que dejó 49 víctimas en Orlando, se revela una dura, pero clara verdad: por más que exista visibilidad, apoyo y más espacio hacia la comunidad LGBTI, el odio hacia lo que representan no ha cesado en lo absoluto, ni de lejos. En el fondo, una parte de la sociedad no puede aceptar la diferencia ni mucho menos las elecciones de vida de las personas.
Pero esto solo refleja el estado de una cultura que no ha cambiado en nada basada en sus apreciaciones hacia lo que no es tradicional. De poco sirve la representatividad cuando en algunos países se les niegan derechos básicos como ciudadanos e, incluso, son perseguidos.
Asimismo, antes incluso de la tragedia del club «Pulse», hubo casos que estremecieron a Estados Unidos. Mucho más brutales en su sevicia, mucho más intensos en su odio. A continuación verán las historias.
Brandon Teena
Hilary Swank lo inmortalizó en «Los Muchachos no Lloran». Fue abusado por un miembro de su familia y rechazó el cristianismo luego de ver sus posiciones sobre la abstinencia e identidad sexual. No pudo entrar al ejército al presentarse como varón.
En Nebraska comenzó a salir con una amiga de su compañera de piso, Lana. También tenía como amigos a dos exconvictos. Fue arrestado por falsificar cheques y se reveló su identidad. Los dos hombres, molestos con la revelación, forzaron a Brandon a desnudarse frente a Lana para que viera que era una mujer. Luego se lo llevaron, lo golpearon y lo violaron. Posterior a esto, le dispararon, en 1993.
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Paul Broussard
En 1991, Paul Broussard, un banquero de 27 años, fue asesinado por 10 hombres que le atacaron con tablas llenas de clavos, un cuchillo y botas puntudas afuera de un bar gay. Su muerte provocó una gran protesta al frente de la alcaldía de Houston. Gracias a esto, se cambió la legislación de la ciudad para condenar los crímenes de odio.
Los 10 hombres fueron apresados y solo uno sigue en prisión.
El asesino de Hampton Roads
12 hombres homosexuales y/o bisexuales fueron estrangulados, de 1987 hasta 1996, en un área de Virginia llamada Hampton Roads. Todos, menos uno, fueron encontrados desnudos y muchos de ellos estaban demasiado descompuestos. Cada una de las víctimas estuvo la última vez que se le vio con vida, en un bar gay.
En 1997 se detuvo a Jackson Elton Manning por el asesinato de un homosexual llamado Andrew Smith. Se comprobó que tuvieron relaciones y también se comprobó que la sangre de otra víctima estaba en su cama. Luego, la policía le endilgó los asesinatos restantes. Se le condenó a cadena perpetua, mas no se le juzgó por los otros crímenes.
Gwen Amber Rose Araujo:
