El gobernador de California (EE.UU.), Jerry Brown, declaró hoy el estado de emergencia en Porter Ranch, en el condado de Los Ángeles, debido a una fuga de gas metano que comenzó en octubre y que ha provocado el traslado de miles de personas en la zona.
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Porter Ranch es una comunidad del norte del valle de San Fernando, dentro del condado de Los Ángeles, en la que viven unas 30.000 personas.
A través de un comunicado, Brown ordenó que todas las agencias estatales utilicen todos los recursos necesarios para asegurar una «continua y rigurosa» respuesta a este incidente que se detectó el 23 de octubre de 2015 en la instalación de almacenaje de gas de Aliso Canyon.
También apuntó que los esfuerzos de la Southern California Gas Company por detener la fuga no han sido todavía exitosos e instó a que las autoridades tomen todas las medidas que se requieran para capturar y retirar el gas.
Brown subrayó que ya se está llevando a cabo una investigación sobre lo sucedido y aseguró que el estado de California continuará y ampliará la monitorización de las emisiones en la zona para proteger la salud pública al tiempo que informará de la situación y los progresos en cada momento.
El gobernador señaló que muchos residentes de Porter Ranch sintieron a lo largo de estos meses síntomas físicos adversos, como consecuencia de la fuga de gas, y apuntó también que «grandes cantidades de metano» fueron emitidas a la atmósfera.
Por último, el comunicado defendió que el estado de California se asegurará de que la compañía responsable cubrirá los costes relativos a la fuga de gas y los trabajos acometidos en su respuesta.
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La fuga de Porter Ranch, que arroja a la atmósfera más de 30.000 kilogramos de metano a la hora, es considerada la peor registrada en Estados Unidos desde el vertido de una plataforma petrolífera de BP en el Golfo de México en 2010.